Javier Bauluz, Premio Nacional de Fotografía Piedad Isla 2022 (galardón que concede la Diputación), inauguró ayer en el centro cultural provincial la exposición Resiliencia humana, que reúne 44 imágenes de sus 44 años de fotoperiodista. Puede visitarse hasta el 20 de octubre.
Con una cámara como «escudo» que le protege para «no ponerte a llorar ante lo que estás viendo», ha sido testigo de genocidios en Bosnia, Ruanda y Palestina. «Parece que empezó todo en octubre de 2023, pero en la exposición puede verse una serie de 1988 sobre la intifada palestina, cuando pasé cinco meses cubriendo aquello con todo lo que significaba ver asesinar niños, pegar a todo el mundo -incluso a mí-, y todo tipo de barbaridades, ahora multiplicado por un millón», comentó.
Bauluz calificó de foto «insignia» la de un chico palestino en una azotea con un tirachinas contra un helicóptero militar israelí. «Esa imagen es la resiliencia y resistencia», afirmó, para añadir a renglón seguido que entre este medio centenar de fotografías de la exposición «hay más tirachinas, de los trabajadores de Astilleros y de los mineros».
‘Resiliencia humana’ - Foto: Óscar NavarroOtra parte importante de la muestra es la dedicada a las migraciones, que comenzó a cubrir en 1996. «Ahora resulta es el problema mayor de los españoles, cuando hace nueve meses no lo era. Usar la xenofobia como arma política a través de patrañas es una barbaridad», afirmó, y recordó que en Canarias, donde estuvo siete meses entre 2020-2021, vio «las primeras manifestaciones de gente normal gritando en el muelle de Arguineguín hay que echarlos al mar».
Bauluz consiguió el Premio Pulitzer en 1995 junto a sus compañeros Jacqueline Arzt, Jean-Marc Bouju y Karsten Thielker, de Associated Press, por su trabajo fotoperiodístico en Ruanda. En esta muestra puede verse, entre otras, la fotografía de una fosa común con muertos por la epidemia de cólera que mataba en 12 horas a mil personas por día en la frontera Ruada-Zaire. o de una madre amamantando a su hijo con su marido muerto al lado.