Dentro de la programación preparada por el cabildo catedralicico en una nueva edición de El Santo del Mes, desde ayer se muestran en la seo, en un lugar destacado, dos tallas de Santa Teresa de Jesús que fueron presentadas por el deán, Dionisio Antolín. Figura en primer término una obra de Santa Teresa de Jesús, donada por el obispo Enrique Almaraz y Santos en el año 1897. Esta talla, de gran tamaño en madera policromada, es la titular de la capilla de su mismo nombre y está acompañada de otra pequeña de la parroquia de San Lázaro, del siglo XVII, y de un lienzo con el tema de la Transverberación, del siglo XVII, también de la seo. Además, en la catedral se conserva como una gran reliquia una carta de la santa abulense, expuesta al público en una capilla cercana a las dos tallas que se exhiben.

«La primera de las dos piezas concuerda con las obras que se estuvieron realizando en el Obispado en la nueva capilla, donde también el en en su día obispo, Enrique Almardy Santos, colocó en el centro de la capilla del presbiterio a la santa en éxtasis. Por lo tanto, se trata de una talla de finales del siglo XIX de la Casa Meneses, aunque no sabemos exactamente el autor concreto, y representa a Santa Teresa con los atributos propios de ser una escritora mística. En su mano derecha tiene la pluma yen su mano izquierda sostiene el libro porque ella fue una gran escritora, una gran doctora y una gran mística», según señala a DP José Luis Calvo», delegado diocesano de Patrimonio

La segunda pieza refleja a otra Santa Teresa de Jesús que viene de la iglesia parroquial de San Lázaro de la capital, donde se muestra en la sacristía.  «Es de estilo barroco muy importante para la historia en Palencia, ya que la santa fundó en 1580 un convento en la actual calle Colón. Antiguamente, en la calle de Mazorqueros visitó la iglesia de San Lázaro, de donde llevaron el Santísimo a la nueva fundación y conoció el monasterio de Santa Clara», explicó.

Santa Teresa luce con esplendor en la seoLa trasverberación. Además, hay una tercera pieza que no tenido que moverse de su sitio: un lienzo  en el que se plasma el tema de la trasverberación de Santa Teresa. 

«Estando un día la santa abulense en oración, en el convento de la Encarnación en Ávila, tuvo una experiencia mística que consistió en que ella sentía, que estaba arrebatada y poseída, diríamos, por el amor de Dios, como un ángel que venía con un dardo a traspasarla el corazón. Eso significa trasverberación y la santa, inflamada y traspasada por el amor de Dios en su propia vida, aparece representada así, en éxtasis. Hay un ángel y ella está, diríamos, como dormida, como relajada, recibiendo ese amor de Dios. Y desde el cielo hay un rayo profundo de luz que ilumina su rostro. Y, lógicamente, en la parte derecha hay ángeles al ser una experiencia mística realizada en la Tierra», concretó José Luis Calvo.