La unión entre Jorge Clavero y su pueblo natal, Antigüedad, quedará desde este domingo inmortalizada gracias al homenaje que el Ayuntamiento, en el marco de las fiestas de Nuestra Señora de Garón, brindará a este expiloto antigüedeño como reconocimiento a una vida destinada a vincular la aviación con el municipio.
Partiendo en dirección norte por la hasta ahora denominada calle Barrihuelo, la vía por la que tantas veces Clavero paseó de niño, amén de las otras muchas que hizo lo propio cuando dejó de serlo, llevará su nombre. «Nadie es profeta en su tierra, pero con este homenaje me siento muy alagado y honrado. Es una generosidad por parte del pueblo y algo muy valioso para mí», reconoce el expiloto, quien estará acompañado de sus familiares, amigos y seres queridos durante un homenaje que quedará para siempre en su recuerdo.
Pese a estar retirado, el ímpetu de Jorge Clavero por continuar uniendo la navegación aérea con su pueblo natal, al igual que lleva haciendo durante toda su vida, sigue más que presente. «La esencia es continuar relacionando el nombre de Antigüedad con el de la aviación», reconoce. Una pretensión que, si bien todavía requiere de tiempo para materializarse en proyectos concretos, marca el horizonte de su pasión.
PASIÓN. El interés por la aviación ha convivido con Clavero durante toda su vida. Su tío, Valentín Marcos Clavero, quien fuera piloto militar y después comercial durante su época en activo, fue una persona clave para entender el estrecho vínculo de su sobrino con la actividad aérea. «Mi tío me llevó a ver los aviones a Barajas cuando era pequeño. Él fue el que me unió a la aviación», afirma. No obstante, el homenajeado reconoce que, «aun teniendo esta influencia, no es fácil llegar a pilotar», si bien no entendería su vida si en ella no existiera la aviación.
El enlace con el pilotaje tan arraigado desde pequeño en Clavero le llevó a la Academia General del Aire de San Javier, en Murcia, para comenzar su formación como piloto. Su especialización la realizó en la Escuela Militar de Caza y Ataque de Talavera la Real (Toledo), y tras finalizarla, comenzó su trayectoria profesional en la Unidad de Reentrenamiento de Zaragoza.
Desde entonces, este piloto retirado ha sobrevolado los cielos en infinidad de ocasiones, lo que hace que en él despierte un sentimiento de «emoción» en su interior. «Estás verdaderamente solo cuando vuelas. Nadie puede influirte, ni de forma positiva ni negativa. Es una sensación que definiría como pureza dentro de la soledad», recuerda el piloto retirado. «Volar te aísla y te mantiene en tu esencia. A pesar de sentirte solo, no dejas de tener la idea de volver sano y salvo con el avión en el suelo», recalca. En este punto, Clavero hace especial hincapié en «el componente de estrés» que tienen la mayoría de los vuelos por la «repsonsabilidad» que conlleva pilotarlos.
Asimismo, el destino quiso que sus abuelos se asentaran en Antigüedad, pues no eran naturales del municipio cerrateño. Ahora, el pueblo en el que se criaron los hermanos César y Augusto Martín Campos, considerados por muchos como pioneros de la aviación en España, tendrá una calle con su nombre.
«Me atrevería a decir que a Antigüedad se le conoce como el pueblo del avión. Hemos sacado a la localidad del común de los otros 190 municipios de la provincia. Eso es importante para salir del anonimato y luchar por su subsistencia, más si cabe teniendo en cuenta que estos pequeños pueblos del corazón de Castilla y León tienen un futuro incierto», asevera Clavero. «En Antigüedad siempre hubo una aureola sobre el vuelo», agrega.
En este sentido, la máquina de combate F-4 Phantom II cedida por el Ejército del Aire es el símbolo que refleja la relación de esta actividad con el municipio cerrateño. «Todo el pueblo está orgulloso de que el Phantom nos represente y de que sea un homenaje a todos los pilotos», concluye Clavero.