El programa de vacunación contra la malaria, un plan piloto que solo se ha realizado en otros dos países africanos - Malaui y Ghana -, comenzó hoy en Kenia, donde se estima que hay 3,5 millones de casos y 10.700 muertes por la enfermedad cada año.
La ministra keniana de Sanidad, Sicily Kariuki presentó hoy el programa en el condado de Homa Bay, en el noroeste del país, que será el primero de los ocho donde se comenzará a inmunizar con esta vacuna, denominada RTS,S, y que es la primera contra la malaria aprobada para ensayos a gran escala en África.
Según la ministra, la vacuna se incorporará a la cartilla de vacunación infantil del país, y se inoculará a bebés de entre 2 y 24 meses. Y se espera que Kenia pueda vacunar a unos 120.000 bebés al año.
Los condados en los que se comenzará a usar son algunas de las áreas "con niveles de malaria moderados altos", según explicó el ministerio. Los condados que rodean el lago Victoria, el mayor de África, son áreas donde la malaria es endémica, al igual que las zonas costeras del país.
De esta forma, Kenia se une a Malaui y Ghana, los tres países seleccionados por el Programa Global contra la Malaria de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un plan piloto que, de mostrar los mismos buenos resultados que en las pruebas clínicas, se extenderá a otras naciones en los próximos dos años. "África ha sido testigo de un aumento reciente en el número de casos de malaria y muertes. Esto amenaza los avances en la lucha contra la malaria logrados en las últimas dos décadas", aseguró la directora para África de la OMS, la botsuana Matshidiso Moeti.
La OMS, que celebró que el plan esté, con el lanzamiento en Kenia, completamente en funcionamiento, considera que la vacuna "tiene el potencial de salvar decenas de miles de vidas". "Este es un día para celebrar mientras comenzamos a aprender más sobre lo que esta vacuna puede hacer para cambiar la trayectoria de la malaria a través de la vacunación infantil", consideró el representante de la OMS en Kenia, Rudi Eggers, durante el acto de lanzamiento en Homa Bay.
Antes de su aplicación a nivel nacional en Malawi, Kenia y Ghana, se llevaron a cabo test clínicos en 15.000 niños de siete países africanos entre 2019 y 2014, y en esos grupos controlados se logró reducir en un 40 por cien los casos de malaria y un 30 por ciento los más graves. Propagada por el mosquito anofeles, la malaria o paludismo es una de las enfermedades más perjudiciales para el ser humano, al ser endémica en más de 80 países que representan el 40 por ciento de la población mundial.
La vacuna no es la primera desarrollada contra la malaria, pero sí es pionera en su distribución rutinaria a nivel nacional (los niños recibirán cuatro dosis de la vacuna desde los cinco meses hasta los dos años) y por haber sido evaluada por la Agencia Europea del Medicamento y los máximos comités asesores de la OMS.