El San Pablo Burgos se proclamó campeón de la Copa Castilla y León después de derrotar a un Palencia Baloncesto que solamente pudo competir durante los primeros veinte minutos.
El partido empezó con un 2+1 de Gonzalo Corbalán. Sin embargo, los palentinos no se arrugaron y rápidamente revirtieron su mal inicio con un 0-4. Su reacción no tuvo continuidad y el San Pablo Burgos volvió a tomar la delantera. Y es que los de Savignani habían mejorado su balance defensa-ataque. Un triple de Joseph Cremo fijó el 13-7, aunque el equipo de Luis Guil se mantenía competitivo y cerca de su rival en el luminoso. Luego, los dos equipos se atascaron en anotación por los continuos errores. Las defensas se imponían. Una situación que puso fin Dimitrov con un 2+1. En los dos últimos minutos, el marcador se ajustó (18-16).
Un triple de Dimitrov puso por delante al Palencia en el arranque del segundo cuarto. La respuesta burgalesa no se hizo esperar y un triple de Cremo cambió el marcador. El partido ganaba en intensidad. Dimitrov logró su noveno punto con un nuevo triple y una canasta posterior de Kamba situó el 21-24. Dimitrov continuaba anotando desde la larga distancia (21-27) ante un San Pablo Burgos atascado. La diferencia siguió aumentando (23-32). Un parcial de 6-2 precipitó un tiempo muerto de Luis Guil. No sirvió de nada porque reaccionaron los burgaleses, que se colocaron a un punto (35-36), resultado con el que se llegaría al final de los primeros veinte minutos.
Tras el paso por los vestuarios, el San Pablo Burgos salió muy enchufado. Dani Díez estaba siendo la referencia en ataque. El ala-pívot era un auténtico dolor de cabeza para la defensa palentina. Con 49-44, Luis Guil pidió un tiempo muerto. La defensa burgalesa funcionaba y el Palencia se paralizó (58-46). Guil se desesperaba y vio la segunda técnica por protestar. Un triple de Álex Barrera puso el 62-48. Al final, 65-51 con un 2+1 de Corbalán.
14 puntos separaban a ambos equipos y restaban diez minutos. El Palencia no tuvo capacidad para revertir la situación, ante un San Pablo Burgos que jugaba con mucha soltura. Así, a los dos minutos de juego el luminoso era de 70-53. El duelo parecía sentenciado. A 6'32 para el final, la diferencia ya era de 21 puntos (76-55). Los de blanco hoy parecía que habían bajado los brazos definitivamente. La desventaja palentina llegó a ser de 29 puntos (93-64). A la conclusión del partido, 93-66.