El proyecto Pepita, mi primera guitarra nace de la demanda originada por profesores e instituciones de enseñanza de música que manifestaron la ausencia de un instrumento diseñado ergonómicamente para niños y pequeños, lo que conllevaba, en muchos casos, frustración y abandonos tempranos en la fase de inicio del aprendizaje.
La Fundación Alhambra Guitarras decidió hacerse eco de esta necesidad con la puesta en marcha a principios del pasado año del trabajo de investigación que ha derivado en la creación de la guitarra Pepita. Entre las características específicas de este instrumento se encuentra su diseño ergonómico, que aporta comodidad y facilita la práctica, o sus cuerdas de colores, que la hacen más lúdica y favorece la memorización de las notas. Además, la tensión de las cuerdas es más suave y acorde con el tamaño y la fuerza de las manos infantiles. «La idea de Pepita surgió cuando vimos la frustración de muchos niños al intentar aprender guitarra con instrumentos convencionales y de tamaños que no se ajustaban a su ergonomía. Queríamos crear algo que les permitiera disfrutar del proceso desde el primer momento», han explicado los responsables del proyecto. En sus palabras,
«Pepita no es un juguete, es un instrumento que cuenta con todos los detalles y características constructivas de la tradición española seguida por Alhambra Guitarras desde el año1965.
El sonido resultante es excelente y con ello, pretendemos incentivar a los futuros músicos a seguir sus estudios con un instrumento que posee la misma calidad que la guitarra usada por personas adultas».
Pepita no es solo una guitarra. Este innovador proyecto incluye un completo sistema didáctico de apoyo a profesores y alumnos, con materiales específicamente creados para complementar la enseñanza y ayudar a que el proceso de aprendizaje sea divertido para los pequeños músicos.
Una guitarra creada a medida. Por encargo de la fundación, Manufacturas Alhambra, dedicada a la construcción artesanal de guitarras, ha diseñado el innovador instrumento basándose en las conclusiones derivadas de esta investigación multidisciplinar denominada Pepita, mi primera guitarra, y en la que han participado más de mil profesionales de la música y otros ámbitos como profesores de guitarra, concertistas, luthieres, ingenieros, pedagogos y profesionales de la salud infantil. Todos ellos, cada uno desde su ámbito de especialización, aportaron sus conocimientos, experiencias y fundamentos con la finalidad de lograr un diseño y un método pedagógico capaz de revolucionar el aprendizaje musical infantil desde sus inicios.
El proyecto está dirigido a profesores de conservatorios y escuelas de música, así como de centros de educación primaria. La Fundación Alhambra Guitarras ha destinado un importante paquete de ayudas económicas para que todo centro educativo musical interesado en el método y en el proyecto pueda adquirir el instrumento a precio de coste.
Evitar el alto porcentaje de abandono de los estudiantes de guitarra española durante sus primeros años de aprendizaje fue desde siempre el objetivo principal de la Fundación Alhambra.