Carrión se pliega al Cristo del Amparo

DP
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La procesión, que se organiza el Lunes Santo desde hace 18 años, partió de la iglesia de Santa María y concluyó con el canto de 'La Peste'

Imagen de la procesión del Cristo del Amparo que se celebró ayer en Carrión de los Condes. - Foto: Foto Eli

Carrión de los Condes comenzó ayer la Semana de Pasión con la procesión del Cristo del Amparo, que fue promovida por la Hermandad del Santísimo Cristo del Amparo. Una de las peculiaridades de la ciudad jacobea es que se celebran procesiones todos los días de la Semana Santa (a excepción del Sábado Santo), comenzando con la del Cristo del Amparo.

La mayoría de los miembros de la hermandad que participan en la procesión son jóvenes tanto hombres como mujeres, que llevan los seis brazos, así como niños y niñas que desfilan llevando las horquillas de las andas, una gran cruz de madera y signos de la Pasión. También participa la cofradía de la Vera Cruz, cuyos hermanos acuden vestidos con capa castellana, camisa blanca, corbata negra, la cinta verde y cruz.

Este Cristo se encuentra en la iglesia de Santa María del Camino. Es una imagen gótica-renana del siglo XIV. Se cree que fue un artista alemán que, haciendo el Camino de Santiago, realizó en un invierno esta magnífica talla o la trajo en su carruaje cuando venía haciendo el Camino de Santiago.

La procesión, que se organiza el Lunes Santo desde el año 2006, partió de la iglesia de Santa María para recorrer la calle Santa María, plaza del Marqués de Santillana, plaza Mayor, calle La Rúa, plaza de la Constitución y plaza de SanJulián. Desde allí regresó a la iglesia de partida.

HIMNO PARA FINALIZAR. Al final de la procesión, en el pórtico de Santa María, es tradicional que los devotos canten La Peste, un himno a este Cristo en el que se recuerda que salvó de la peste a la ciudad carrionesa gracias a su intersección. El estribillo dice: La peste merecimos /por nuestra ingratitud /Señor hoy te pedimos /perdón, vida y salud.

La Semana Santa de Carrión de los Condes tiene una tradición de siglos y está muy arraigada en los carrioneses. La calidad de los actos ha mejorado notablemente con el tiempo, pero las tradicionales procesiones, con pasos de los siglos XVII al XX, aún siendo de las más vistosas y singulares, siguen siendo austeras, típicamente castellanas, con un recogimiento religioso impresionante.