La Asociación Ecologista La Braña ha interpuesto esta semana una denuncia en la Guardia Civil de Barruelo de Santullán ante la «constante muerte» de aves provocadas por una central eólica, según advierte en un comunicado. Las muertes corresponden a un buitre leonado y a un milano real, esta última está en peligro de extinción y es una de las que goza de mayor protección legal en España.

Los hechos denunciados ocurrieron, según indican, en julio y septiembre, cuando sendas aves fueron encontradas en la base de los aerogeneradores. Ambas presentaban, según La Braña, «el mismo traumatismo que provocó su agonía y posterior muerte: la pérdida completa de una de sus alas ocasionada por el golpe de un aspa de un molino». «Abatidas por el impacto, agonizaron en el suelo hasta que se desangraron por completo. Otras aves tienen una muerte más rápida y son completamente destrozadas por las aspas, todo depende de la velocidad de las mismas», explica el colectivo. 

La Braña recomienda que cualquier persona que se encuentre con aves muertas en centrales eólicas, denuncie ante el Seprona o Medio Ambiente de la Junta, sacando fotos y ubicando exactamente el lugar de la muerte. «Es importante que se acumulen las denuncias porque los restos de aves muertas son rápidamente aprovechados por la abundante fauna de la zona, por lo que las pruebas del delito son rápidamente eliminadas por la propia naturaleza», apunta la asociación. «No se pueden proteger zonas por sus valores ambientales y permitir instalaciones que destruyen esa biodiversidad. Exigimos que la Junta prohíba estas plantas eólicas o las solares en cualquier zona protegida», concluye.