Víctor Ortiz es el nombre que se esconde bajo el apodo de Wilbur, un antiguo gimnasta que trae por primera vez su show de humor y acrobacias a la capital tras haberse convertido en uno de los rostros televisivos más conocidos de este verano por sus múltiples apariciones en el programa Grand Prix.
Tras ser campeón de España de gimansia artística durante varios años colaboró como acróbata en el Circo del Sol, hasta que finalmente tomó la decisión de fundar su propia compañía y recorrer el país con sus espectáculos.
¿De dónde viene su apodo?
Tiene una historia absurda. Me lo puso un compañero en una de mis primeras actuaciones. Antes de actuar en un festival de Alicante me recomendó ponerme un nombre. En ese evento había unos flayers publicitarios sobre empresas de la ciudad, y una de ellas se llamaba Wilbur Sound. Se lo comenté a mi amigo y le gustó el nombre. Ni siquiera lo elegí yo, el nombre me escogió a mí.
¿Cómo comenzó en el mundo de las acrobacias?
Mis padres me apuntaron a los seis años a gimnasia artística. Siempre he sido muy movido. Un día íbamos a recoger a mi hermano al Club Gimnástico de Alicante y me vieron hacer el gamba por las escaleras y la barandilla. El club vio que tenía aptitudes y me cogieron.
Al poco tiempo empecé a competir en campeonatos provinciales, autonómicos y nacionales. Fui campeón de España muchos años. Solía conseguir medallas en alguna de las modalidades, especialmente en suelo y salto.
Siempre me ha gustado el deporte en general, aunque de manera seria solo he practicado la gimnasia. He hecho de todo, soy muy deportista. Cuando me retiré de gimnasia hice break dance, escalada, paracaidismo, etc.
¿Siente miedo cuando practica esta actividad?
No. Todas las acrobacias de mis espectáculos están muy controladas. Puedo hacerlas incluso con fiebre. No hay ningún elemento que meta en un show en el que corra realmente riesgo. Siempre puede pasar algo, pero todos los ejercicios que practico los tengo muy dominados.
Debido al peligro de sus actuaciones, ¿ha sufrido alguna lesión grave en algún momento de su carrera?
La verdad es que no. Cuando era gimnasta tuve algún esguince o rotura de dedos, pero nada más. Nunca he tenido algo realmente serio. Lo más grave podría ser una luxación de hombro que me obligó a parar durante seis meses.
¿Qué puede decir de su espectáculo 'Piensa en Wilbur'?
Es un show unipersonal. Mezcla todas las cosas que me gustan desde que era pequeño. Canto, bailo, hago acrobacias, monólogos, etc. Incluso tiene un lado de contar valores. Todo llevado bajo el personaje de Wilbur, un personaje excéntrico, pero sano. Como he sido deportista, el personaje que represento también lo es, y así lo demuestra. Se podría decir que mi show es el trabajo de toda una vida resumido en una hora y media.
¿Qué expectativas tiene de actuar en Palencia?
Estuve en la Muestra de Artistas de Calle hace unos diez años con otro compañero, aunque con este show es la primera vez que vengo. Siempre pacto con buenas expectativas. Tengo un buen recuerdo del público palentino.
¿Cómo de importante es el humor en su vida?
Es fundamental, en la mía y en la de todos. El humor es un bálsamo para tomarse las cosas menos en serio. Problemas siempre vas a tener, y el humor es una vía para salir de los momentos malos. Es fundamental ir a un teatro, a un circo o al cine a reírse.
Las personas que se ríen lo reflejan en la cara. Puedes estar arrugado por el paso de los años, pero si has reído y has sido una persona alegre se nota.