Del borrador del presupuesto que presentó el equipo de Gobierno de Miriam Andrés hace casi dos semanas, llama la atención el importante incremento en los ingresos que la Concejalía de Hacienda contempla para este año por una vía muy determinada: las multas y sanciones. Si se compara la previsión con la del ejercicio de 2024, en términos absolutos, el Ayuntamiento confía en que las arcas municipales reciban 3.701.000 euros, frente a los 2.225.000 euros presupuestados el año pasado, lo que representa un aumento global de 1.476.000 euros, un 66,34% más que el ejercicio anterior.
El mayor incremento se observa en el capítulo vinculado a multas y sanciones urbanísticas, cuya previsión pasa de 150.000 euros en 2024 a 400.000 euros en 2025, lo que supone un aumento del 166,67%, casi el triple.
También destaca el crecimiento de los ingresos que contempla el equipo de Gobierno de Miriam Andrés por multas vinculadas a las infracciones de la Ordenanza de Circulación, que suben en 950.000 euros, un 61,29% más que el año anterior, al pasar de 1.550.000 a 2.500.000 euros.
En el caso de las multas relacionadas con la Ordenanza Reguladora del Aparcamiento, más conocida como ORA o zona azul, los ingresos previstos en 2025 alcanzan los 475.000 euros, frente a los 275.000 euros del ejercicio anterior, lo que representa un incremento del 72,73%; mientras que el resto de sanciones experimenta un aumento del 44,44%, con 100.000 euros adicionales respecto a 2024, al pasar de 225.000 a 325.000 euros.
De hecho, el único capítulo que mantiene una previsión idéntica a la del año anterior, sin variaciones en la estimación de ingresos, es el de multas por infracciones tributarias y análogas, que queda fijado en 1.000 euros.
La previsión sorprende, y mucho, porque, según la liquidación del presupuesto de 2023, el Ayuntamiento ingresó por multas solo 1.145.940,7 euros frente a los 2.201.000 previstos, aunque es cierto que en las cuentas que figuran en la página web del Ministerio de Hacienda no se incluyen las vinculadas a la ORA. En todo caso, es muy probable que no se alcanzasen los 275.000 euros previstos al inicio del ejercicio.
Así, estos datos reflejan un aumento generalizado en la previsión de ingresos derivados de sanciones, lo que podría responder a un endurecimiento en la aplicación de normativas municipales o a una expectativa de mayor eficacia en la recaudación. No obstante, al tratarse de un borrador presupuestario, estas cifras están sujetas a posibles modificaciones hasta su aprobación definitiva. Además, conviene recordar que un presupuesto es siempre una previsión de ingresos y gastos.
Externalización. Cabe señalar que, tal y como avanzó este periódico, la Concejalía de Tráfico del Ayuntamiento ultima los pliegos para la licitación de un contrato para la gestión externa de las multas de los radares y de los sistemas de control de semáforos de los que dispone la Policía Local. Un acuerdo mercantil que incluirá la obligación, para la empresa que desee prestar este servicio, de aportar a la ciudad tanto cinemómetros como fotorrojos.
Con esta decisión, Tráfico pretende simplificar y acabar con los problemas que la inexistencia de un programa informático adecuado para tramitar las multas y su recaudación está generando en el servicio de Policía Local y, de paso, aumentar los controles de velocidad en distintos puntos de la ciudad, aún por determinar.
Respecto a la primera cuestión, cabe recordar que en octubre de 2023 se hizo público el malestar en la Policía por una «preocupante inactividad en la tramitación de sanciones y multas de tráfico por parte del Ayuntamiento». Entonces, se supo que numerosas infracciones, tanto leves como graves, incluidas aquellas relacionadas con accidentes con daños materiales, estaban prescribiendo sin ser gestionadas adecuadamente, lo que implica una pérdida significativa de ingresos para las arcas municipales y una sensación de impunidad entre los infractores.