El Ministerio de Sanidad sacará pronto su línea directa de financiación por valor de 48 millones para gafas y otros productos ópticos destinados a niños de familias vulnerables, que les permitirá acceder por la vía rápida a estas ayudas, independientemente del recorrido de la ley que ayer empezó a tramitar el Congreso.
Sanidad mantiene vivo el programa de subvenciones que su responsable, Mónica García, anunció en los primeros meses de su mandato y que cuantificó en diciembre del año pasado en el Congreso: 48 millones de euros, que se repartirán mediante un sistema de ayudas directas "diseñado para eliminar trabas burocráticas y facilitar su acceso a las familias de forma sencilla y ágil".
Una línea de financiación que "pronto será realidad" porque que "un niño o niña vea bien no puede depender del bolsillo de sus padres", enfatizó ayer la ministra en sus redes sociales después de que el Cámara aprobara la toma en consideración de una propuesta del Parlamento de Andalucía para que la sanidad pública asuma la prestación de gafas y otros productos ópticos.
Así, a diferencia de la ley, a la que aún le queda todo el recorrido parlamentario, el programa de ayudas que el Ministerio ha realizado con el Consejo General de Colegios Oficiales de Ópticos-Optometristas y la Sociedad Española de Oftalmología, supondrá un acceso a las ayudas por la vía rápida, han explicado a EFE fuentes del Ministerio.
El programa de Sanidad va destinado a niños de familias vulnerables, mientras que la iniciativa parlamentaria, apoyada por todos los grupos, plantea la gratuidad de productos ópticos para todos los menores, mientras que los adultos deberán establecer un máximo de aportación en función de su situación socioeconómica.
Según la Encuesta Europea de Salud de 2020, el 61 % de la población utiliza algún producto de salud visual, especialmente gafas y lentillas, aunque con una enorme brecha en función de los recursos, que alcanza hasta 12 puntos de diferencia entre trabajadores no cualificados y directores y gerentes en favor de los segundos.
La diferencia es también territorial, ya que por ejemplo, Andalucía, la que presenta la cifra menor, está 6 puntos por debajo de la media estatal, con un 54,89 %.