La complicada situación económica por la que atraviesa la Fundación Díaz-Caneja compromete el desarrollo de su plan de actuaciones para este año de tal modo que, a día de hoy, solo se pueden programar actividades durante el primer semestre. La institución cultural debe afrontar el reintegro de 61.721,15 euros a la Junta de Castilla y León por facturas de gastos «no subvencionables» y, además, la reducción de 100.000 a 50.000 euros de la aportación económica de la administración regional.

Así se puso de manifiesto en la reunión extraordinaria que mantuvo el jueves el patronato de la Fundación, en la que se abordaron dos cuestiones clave para el futuro del museo de arte contemporáneo: la solución al reintegro de los 61.721 euros que exige la Dirección General de Políticas Culturales de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte y la aprobación del presupuesto y del plan de acción para este año.

La Junta, copatrona de laFundación junto al Ayuntamiento, el Ministerio de Cultura y la Diputación, rechazó la opción de que la deuda quedase saldada con la dación en pago de una obra de arte como proponía el patronato. En concreto, se trata de Paisaje, un óleo del propio Juan Manuel Díaz-Caneja, de 73x60 centímetros, que se muestra en las Cortes de Castilla y León desde 2007 y que está valorado en 65.000 euros.

Ante la negativa de la administración regional, se ha optado por un fraccionamiento de la deuda en seis años y se ha dado al director de la entidad, Juan Guardiola, el permito para vender patrimonio de la Fundación con el objetivo de conseguir liquidez. 

La primera opción es la propia Junta de Castilla y León. «Mi intención es que este patrimonio quede en la Comunidad, en alguna institución pública ligada a la Fundación en vez de llevar a cabo una subasta que acabe con la obra en manos de algún particular», asevera Guardiola.  

Presupuesto. Además, la Fundación tiene que afrontar otro no menos importante: la caída de los ingresos. La Consejería de Cultura comunicó a finales del pasado año que su aportación se reducía de los 100.000 euros concedidos en 2023 a la mitad, 50.000 euros, al mismo que tiempo que Sonia Lalanda, la portavoz de Vox en el Ayuntamiento -el mismo partido que dirige esa Consejería-, tildaba a la Fundación de «institución tan ruinosa como inútil que pagan íntegramente las administraciones públicas, plataforma de la batalla cultural de la izquierda».

Para este año, la Díaz-Caneja había calculado unos ingresos de 800 euros procedentes de la venta de entradas; 100.000 euros aportados por el Ayuntamiento; 50.000 euros por la Junta y 35.000 euros por la Diputación. La decisión de la administración regional se iba a salvar gracias al compromiso que el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, trasladó a Juan Guardiola, director del museo de arte contemporáneo, de incrementar este año la aportación del Gobierno de 61.000 a 100.000 euros. Eso sí, dependía de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de este año, esos a los que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, renunció esta semana. Durante la reunión, el portavoz de IU-Palencia se ofreció a mediar para que ese dinero llegue de todas formas.

En el mejor de los casos, la Díaz-Caneja dispondrá de 285.000 euros para una gastos más que ajustados que le obligan a reducir la inversión en actividades culturales de 30.000 a 13.000 euros, de modo que, a partir de junio, se podrá programar ninguna exposición ni celebrar actividad alguna. 

La situación económica es tal que el propio director del museo de arte contemporáneo puso su cargo a disposición del patronato de la Fundación. «Cuando la Consejería de Cultura -entonces dirigida por Ciudadanos y con el palentino Raúl Fernández Sobrino como viceconsejero- se comprometió en 2021 y 2022 a incrementar su aportación a la Díaz-Caneja  fue para la contratación de un director. Si ahora que está contratado, se reduce esa aportación, se crea un déficit», explica Guardiola, que planteó como solución su despido para regresar a la situación anterior. «Lo que no tiene sentido es contratar a un director para que desarrolle actividades y cuando lleva un año trabajando, retirar esa asignación», añade.

Esa opción fue descartada de plano por el patronato, ya que existe un consenso generalizado de que la llegada de Juan Guardiola ha supuesto el impulso a la Fundación Díaz-Caneja.