Si alguien dio por muerto en algún momento al Zunder Palencia cometía un error enorme. Este equipo está muy vivo, y más después de la merecida victoria de esta tarde ante el Morabanc Andorra. Aunque Granada también ganó, con las derrotas de Obradoiro y Río Breogán el cuadro morado se pone a una victoria de la salvación. Y todavía tiene que jugar ante los dos gallegos.
Mucho se jugaba el Zunder Palencia en este Partido, con mayúsculas, como lo definió Guil en la previa. Y coherente con ello salió el cuadro morado a la cancha. Con un Pasecniks omnipresente que hacía los cinco primeros puntos de su equipo y ponía el candado a su aro. Un buen Tyson Pérez recortaba la diferencia desde el triple pero Van der Vuurst comenzaba su idilio desde los 6,75 y seguía aumentando la renta de un Zunder muy acertado en ataque, gracias, en parte, a las muchas posesiones que le daba el rebote ofensivo (mal Andorra en el aro propio y en el contrario). Piñeiro, que estaba siendo clave en muchas facetas, seguía poniendo tierra de por medio, y Frankamp agotaba la última posesión del primer cuarto con una gran entrada a canasta que colocaba el 18-8.
Sin ápice de relajación por la ventaja obtenida en el primer período, el Zunder continuó con su plan de partido en el segundo. Borg lo abría con un triple al que respondía Benite. Montero intentaba rebajar la ventaja, pero Ubal se comía el aro con calidad y personalidad. Maric y Pérez trataban de acercar al Andorra, pero Benite, Kamba y Chumi impedían que la diferencia disminuyese. Es más, seguían ampliándola, provocando el primer tiempo muerto del partido. Tras el mismo, festival de Van der Vuurst desde el triple, neutralizando los puntos que llegaban para los del Principado de la mano de Maric. Precisamente el croata era el protagonista de la siguiente acción, en la que el partido se paró por la revisión arbitral. Maric, que ya venía picado de dos acciones anteriores con Pasecniks, se enzarzó esta vez con Haarms. El croata se llevó la mayor pitada que se recuerda en el pabellón a un jugador en los últimos tiempos y el árbitro obvió los gritos de expulsión de la grada y castigó la acción con falta y nada más. Cuando las aguas se calmaron, Hands (muy frío esta tarde) cerró el segundo cuarto. 40-28 al descanso.
Había que seguir remando después del intermedio y el conjunto morado lo hizo. Al comienzo del tercer cuarto se producía un intercambio continuo de puntos. La pista se convertía en un correcalles y ambos conjuntos anotaban sin pausa. Morabanc Andorra mejoraba sus prestaciones en ataque, pero la buena noticia es que no conseguía frenar a un Zunder con mayor facilidad para anotar desde el parón. Los últimos minutos del período eran para Andorra, que sabía que tenía que espabilar si quería tener opciones de sacar algo valioso del pabellón. Así, el cuadro del Principado conseguía rebajar la barrera de los 10 puntos de diferencia a un minuto para llegar al final del cuarto. Pero Kamba corría al contraataque y, con una bandeja que levantó al público, volvió a poner 11 puntos de distancia cuando solo quedaba un cuarto por disputarse.
Arranque fulgurante del Zunder Palencia en el último período, con un parcial de 6-0 que firmaba en solitario un Conner Frankamp estelar (2+1 y triple consecutivos). Paraba Natxo Lezkano el partido porque veía que se le escapaba el triunfo, consiguiendo corregir los pequeños detalles que le estaban condenando, y la escuadra visitante volvía a ponerse por debajo de 10 a falta de 3'15 para el final (71-63). No solo eso, sino que forzaba la maquinaria para llegar a 1'48 a siete (73-66), momento que aprovechaba Luis Guil para pedir tiempo muerto y ensayar los últimos instantes del partido. Pese a que sufrió más de lo esperado teniendo en cuenta el desarrollo del partido, no se le escapó la quinta victoria del curso al Zunder Palencia, que mantuvo la diferencia para terminar ganando 77-70.