Tiene apenas cuatro años de vida, pero la Escuela Taurina de Palencia gana peso y prestigio temporada tras temporada. Y no solo en territorio palentino, donde se ha convertido ya en un imprescindible para los aficionados de siempre y la nueva cantera que llena los tendidos, sino más allá de las fronteras provinciales. Así quedó demostrado ayer, una vez más, en el I Certamen de Escuelas Taurinas Ciudad de León con seis novillos de las ganaderías Ramón Rodríguez Espioja (tres buenos con poca fuerza, aunque se le dio la vuelta al ruedo al primero) y López Gibaja (dos de ellos complicados y uno bueno).
Eduardo Ruiz de Velasco, de la ET de Palencia, estuvo soberbio con su novillo, a pesar de que el animal fue muy flojo. Estuvo muy bien con la mano derecha, robando dos tandas de categoría máxima y matando extraordinariamente bien sin puntilla. Una hazaña que le hizo digno merecedor de dos orejas. Además, con el anterior novillo hizo un bonito quite a pies juntos que despertó los aplausos de los tendidos, con unos 700 aficionados. El otro palentino, Eduardo Rodríguez, actuó con decisión, pero sin suerte en los triunfos.
Se demuestra así que Ruiz de Velasco está en uno de los mejores momentos de su incipiente carrera en los alberos tras su selección para la final del torneo Zapato de Planta en la localidad riojana de Arnedo. Un paso más en su aún corta trayectoria, que comenzó a despuntar el pasado año con ese triunfo en el IICertamen Iván Fandiño en el marco de la Feria de Bilbao.
RESTO DEL CARTEL
Por lo demás, el gran triunfador de la tarde fue el charro Julio Norte, de la Escuela Taurina de Salamanca. Y es que a pesar de no cortar oreja alguna, estuvo sensacionalmente bien con ambas manos.
Dos orejas cortó también Pedro de la Hermosa, de la ET de Guadalajara, que se mostró ante su enemigo con ganas y muy decidido. De igual modo, también desorejó a su novillo Javier Cuartero, de la ET de Alicante. El joven toreó bien con ambas manos y remató bien la faena a la hora de entrar a matar.
Menos suerte tuvo Samuel Castrejón, al que le tocó en suerte un novillo muy complicado. El chaval actuó con ganas, pero no pudo hacer nada y se fue de vacío de esta cita organizada por la entidad palentina en la plaza de toros de la ciudad del Bernesga con la colaboración de la Diputación de Palencia y la Junta de Castilla y León, entre otras entidades. «Es importante salir de Palencia, donde cada vez somos más conocidos, para ganar en visibilidad», afirmó el director de la ET, Juan Cantora.