Palencia Sonora se ha consolidado como un fenómeno de masas. Hace tiempo que dejó de ser solo un festival con los artistas más punteros del momento como hilo conductor para convertirse en la mejor de las cartas de presentación de la ciudad, y también en una extraordinaria forma de atraer amantes de la buena música en directo. Pero más allá de los elogios de público y crítica, el certamen reporta enormes beneficios a la capital en cada una de sus ediciones, y va camino ya de las 21.
Disponer de datos rigurosos sobre su impacto económico es casi misión imposible, incluso para la propia organización. No obstante, teniendo en cuenta los distintos modelos empleados en otros festivales y eventos culturales, el Palencia Sonora podría revertir a la ciudad en sus 21 ediciones unos 45 millones de euros, a razón de un gasto de 150 euros al día por espectador en el sector hotelero, de restauración, comercio o transporte, a los que se suma la contratación de empresas auxiliares de soporte técnico, seguridad, marketing, baños portátiles, logística, producción y todo lo que envuelve el festival. Sirva como ejemplo que en los cinco días que duró Sonorama Ribera (Aranda de Duero, Burgos) en su edición de 2023 rondaron los 250 euros de media y en citas como el Starlite de Marbella (Málaga) hablan de 527 euros al día de media para los espectadores de fuera.D
ías en los que la música lo inunda todo y la calle se transforma en vida gracias a los 150.000 asistentes (datos aproximados) que han pasado ya por esta cita con el género indie desde que hiciera sonar sus primeros acordes allá por 2004, cifra muy similar a la población total de la provincia. El año pasado fueron 18.000 los espectadores, 15.000 congregó en 2022 y 13.000 fueron las almas que cantaron sus temas antes del estallido de la pandemia del covid. Y en este 2024 la organización confía en superar la barrera de los 20.000, sin renunciar a un modelo de cita musical que cuida la atención al espectador y la experiencia de disfrutar la música en vivo en condiciones de calidad. Y es que Palencia Sonora ha crecido de forma sostenible (en torno al quince por ciento en cada convocatoria), lo que viene a demostrar la confianza que han depositado palentinos y foráneos. Y, con ello, la evolución ascendente del festival.
Esos 20.000 espectadores son tanto como decir que aglutina a la población en su conjunto de los cuatro grandes municipios de la provincia: Aguilar de Campoo, Guardo, Venta de Baños y Villamuriel de Cerrato. Dicho de otro modo, es como llenar dos plazas de toros de Campos Góticos, tres estadios de La Balastera o cuatro pabellones de deportes.
Además, el festival genera empleo. Más de 150 personas trabajan en el equipo vinculadas a áreas o departamentos como la dirección artística, la contratación y organización, la producción, el montaje, la iluminación y el sonido, el diseño, marketing y comunicación, la seguridad y el control de accesos, el personal de barra y un larguísimo etcétera. La mayor parte de las empresas proveedoras de estos servicios y el personal contratado procede de la ciudad y la provincia y, en algunos casos, de territorios próximos de la comunidad.
A LAS PUERTAS DE LA 21 EDICIÓN
Arde Bogotá, Shinova, Pongo, El columpio asesino, Rodrigo Cuevas, Baiuca, Sexy Zebras, Del aporte, Cala Vento, Queralt Lahoz y Siloé son los cabezas de cartel de esta vigésima primera edición, que regresará con un plantel de 40 artistas a su escenario habitual del parque del Sotillo entre el 6 y el 9 de junio, con extensiones en El Salón y las plazas de Pío XII, Mayor, San Pablo y San Miguel. No es de extrañar, por tanto, que el festival triunfe entre los de casa, pero también entre aquellos que residen más allá de las fronteras provinciales. Un ejemplo de la repercusión de un evento que ha hecho marca Palencia y lleva el nombre de la provincia por todo el país.
Gracias a ello el ciclo musical constituye un potente estímulo y motor para el turismo. Durante los últimos años, se ha incrementado significativamente el número de espectadores procedentes de provincias que no integran la geografía regional. Al margen de Palencia, cuatro de las diez provincias que más espectadores aportan al festival este año son Madrid, Cantabria, Vizcaya y Asturias. En 2024, Palencia Sonora reunirá espectadores procedentes de 46 de las 52 provincias del país, una cifra récord. Todo un atlas de España concentrado en El Sotillo.
La organización vive esta cuenta atrás «con mucha ilusión» y «muy satisfechos» de que su trabajo haya hecho del Palencia Sonora un festival «de referencia» que el público acoge «con gran entusiasmo». Prueba de ello es que este año los abonos volaron antes incluso de conocerse las fechas y los artistas. «Esto demuestra que la gente confía en la organización, y en nuestra apuesta en cada una de las ediciones. Se divierten y disfrutan de la ciudad, y eso para nosotros es lo más importante», sostiene Juan Cruz Pascual, director y alma máter de este proyecto junto a David Frechilla y David García. Y es precisamente esa escucha activa del público, la que ha hecho grande al festival y que este mejore año tras año.
Un evento que, además, involucra a toda la capital. Y es que, al margen de los conciertos de pago, son muchas las actividades gratuitas al aire libre que se proponen en estos días. «La comunión con la ciudad es muy grande. Palencia Sonora aporta cultura, diversión y otros muchos beneficios como una buena imagen de la ciudad con miles de visitas en la web, impactos en las redes sociales y noticias en los medios de comunicación», subraya Pascual.