Tres años se cumplen del inicio de la invasión rusa de Ucrania y, una vez más, conviene recordar y destacar la generosidad de muchos palentinos, que se volcaron con las víctimas. Las muestras de cariño, en la mayoría de los casos, acompañadas de dinero, juguetes, ropa e incluso viviendas para las personas que se refugiaron de los horrores de la guerra en la provincia, llegaron desde muchos municipios y eso siempre es digno de alabar, sin tener que caer en confrontaciones sobre quién dio más o hizo menos.
Con el paso del tiempo, las circunstancias han ido cambiado y algunos ucranianos regresaron a su tierra de origen. Otros, por el contrario, no pudieron por tratarse de un lugar dominado por el ejército invasor, según explican algunos de los palentinos que estuvieron y están cerca de ellos. También existe un tercer grupo de personas que se marcharon a otro territorio español o a un país europeo diferente.
En este caso, la provincia no sale tan bien parada respecto al resto de España. Palencia fue la segunda provincia que, en números relativos, más ucranianos perdió entre 2023 y 2024, concretamente un 18,82%. No es un buen dato. El porcentaje solo fue superado por el registrado en Salamanca, donde cayó un 19,5%. En cambio, en el mismo período, hubo un aumento de personas con pasaporte ucranio (la RAE reconoce ambos gentilicios) del 8,68% en el conjunto nacional, lo que significa que de este país ha seguido llegando súbditos de allí.
En este punto conviene recordar que el censo provincial creció en el último ejercicio únicamente por la población inmigrante de terceros países, por lo que conviene redoblar esfuerzos para que Palencia sea un lugar de destino y no solo de paso para evitar que los padrones municipales sigan cayendo. Los nacimientos, mucho más bajos que en el pasado, no cubren los fallecimientos y el saldo interprovincial tampoco fue, en el último año, positivo.
No es un fracaso que el número de ucranianos se hundiera en el último año ni se tendría que echar la culpa a nadie por ello (porque pueden, como todos los ciudadanos, elegir libremente su lugar de residencia), pero todos los palentinos, desde los ciudadanos a las empresas y las administraciones públicas, tenemos que seguir arrimando el hombro y seguir luchando para que nuestra tierra siga con vida y animada.
En el último censo descendieron los ucranianos, pero en el futuro, por cualquier circunstancia, pueden marcharse personas de otras nacionalidades. Y eso nos haría más daño porque seríamos aún menos gente cuando lo que buscamos en tener mayor población.