El himno de laVirgen de Belén dice, en una de sus estrofas, «carrionés que a ti te olvida ni es tuyo ni es carrionés». Se trata de una composición poética menos conocida que el himno a Carrión, que sí se canta en diversos eventos a lo largo del año, pero que representa el fervor de la localidad hacia su patrona, que, como es habitual, volvió ayer, en el día de su festividad, a estar arropada por cientos de vecinos.
En primera instancia, los devotos acudieron a la ermita de Belén para escuchar la eucaristía en la que el alcalde, Luis Miguel Medina Delgado, llevó a cabo el voto de villa, un rito que protagonizan los regidores de la localidad y en el que pidió la intercesión de Nuestra Señora de Belén por Carrión y su comarca. A continuación fue el turno de la procesión, que trasladó la talla de la virgen, coronada en 1960, desde el santuario con su nombre a la plaza Mayor, punto en el que comenzó el regreso al templo mariano. Lo hizo acompañada de las autoridades, zagales y cientos de vecinos devotos, que la despidieron cantando el himno a Carrión. Después de los actos religiosos fue el turno de la gastronomía. En La Campa se organizó una paella popular que congregó a unas 150 personas, según informó el Ayuntamiento.