Los cinco centros de día dependientes de la Gerencia de Servicios Sociales de Palencia dan cobertura a buena parte de las necesidades de 34.682 mayores, casi 28.000 de ellos en la capital, 2.500 en Guardo, 1.923 en Aguilar de Campoo, 1.513 en Barruelo de Santullán y 760 en Dueñas. No son solo espacios pensados para el ocio y la socialización, que también, sino para favorecer la autonomía personal y contribuir al envejecimiento activo de sus usuarios, a través de distintos programas, talleres y actividades.
Muchos de esos mayores viven solos y si no fuera por su paseo diario hasta el centro, apenas se relacionarían con el entorno; otros suman a la soledad ciertas dependencias, que desde los centros de día tratan de paliar o de enlentecer su progresión, bien atendiendo al ejercicio físico suave o moderado, a la preservación de la memoria o a la estimulación cognitiva, y los hay que tienen dificultades para entablar amistad con otros. Compartir la mesa en la cafetería del centro, jugar una partida de cartas o de parchís, participar en el coro, disfrutar del folclore que tan bien conocen o dominar el uso de las nuevas tecnologías, desde el teléfono móvil al ordenador o la tablet, pasando por una mera conversación, un intercambio de recuerdos, una comida de hermandad o una excursión, ayudan, y mucho, a abrirse a las relaciones y a la comunicación.
Y si los centros de día se centran en aquellas actividades de ocio y envejecimiento activo, la teleasistencia lo hace en cubrir esas necesidades cotidianas básicas y sus consiguientes carencias cuando la persona no está en condiciones de hacerlo. Desde propiciar una conversación telefónica para contrarrestar la soledad y en algunos casos la sensación de abandono hasta los dispositivos para la prevención y detección de accidentes domésticos -incendios, fugas de gas, de monóxido de carbono o de agua-, pasando por la atención proactiva y la de emergencias sanitarias si la persona se encuentra mal o el apoyo psicoactivo. El objetivo final es que pueda permanecer en su hogar el mayor tiempo posible y en las mejores condiciones, sin recurrir a una residencia, pero con las necesidades cubiertas. Son los Centros de Acción Social los que gestionan este tipo de servicios y los equipos de promoción de la autonomía personal los que los ponen en práctica.
La soledad no deseada, la paulatina despoblación del medio rural, los efectos del envejecimiento en la salud y en las capacidades le ponen muy difícil el día a día a muchos de nuestros mayores, de ahí que servicios como los citados, junto a otros como la atención dimiciliaria, lleguen a convertirse en elementos imprescindibles de la sociedad actual, especialmente en los pueblos.