Pedro Pérez Duque, nacido en Piña de Esgueva el 11 de abril de 1962 (el pasado viernes cumplió 63 años), es otro cerrateño que tocó el cielo futbolísticamente hablando.
Comenzó a jugar de niño en el colegio San Agustín, llegando a proclamarse campeones de España en categoría infantil en 1976.
Siendo cadete, disputó hasta tres competiciones simultáneamente: seguía en el equipo del colegio, en la Peña Talleres Maxi (un taller de su tío) y federado con el equipo de Piña, por lo que algunos fines de semana jugaba hasta tres partidos si el horario no coincidía (con el colegio los sábados por la tarde y los otros dos el domingo, uno por la mañana y otro por la tarde).
Pedro Duque, en la élite... y en los cromos
En Piña jugaban en un campo muy pequeño, situado junto a la ermita, al que costaba nivelar y eliminar las piedras. La afición local era entusiasta en exceso.
En 1978 le fichó el Real Valladolid, para su equipo juvenil, con el que quedó campeón de Copa de esa categoría.
Dos años después debutó en Primera División con la escuadra blanquivioleta, en la que permaneció 6 temporadas, con el nombre deportivo de Pedro Duque (así se le conocía desde el colegio). En algunas de esas temporadas tuvo como presidente al cerrateño Manuel Esteban.
Pedro Duque, en la élite... y en los cromos
En su primera temporada en la élite vivió una anécdota inolvidable: el Real Valladolid se desplazó a Valencia para disputar el partido correspondiente a la jornada 25 frente al equipo Che, con el resultado 2-2. El partido se disputó el 22 de febrero de 1981, pero el equipo vallisoletano se quedó en Valencia pues aprovechando el viaje tenía programado un partido el día 24 en Vall de Uxó en homenaje a Daniel Gilé, El Tigre, jugador argentino que había militado dos años antes en el Real Valladolid, de donde fue al CD Castellón. Entre ambas fechas, el 23-F. Los tanques recorriendo las calles de Valencia por orden de Milán del Bosch, a escasos metros de le expedición blanquivioleta, entre la que había varios jugadores haciendo el servicio militar, que recibieron la orden de regresar de inmediato a Valladolid.
VERSE EN LOS CROMOS.
En 1984, Pedro Duque fue partícipe del único título que posee el Real Valladolid, la Copa de la Liga, lo que abrió la puerta de Europa disputando la copa de la UEFA la temporada siguiente.
Pedro Duque, en la élite... y en los cromos
«Jugar en Primera División es impresionante», recuerda este cerrateño. Y cita para ello el hospedarse en hoteles de cinco estrellas, haber compartido vestuario con jugadores tan importantes como Da Silva, Pato Yánez, Fenoy, Gilberto, etc.; competir contra jugadores de talla internacional como Uri Stielike, Juanito, Santillana, Arconada, Vicente del Bosque, Hugo Sánchez, Valdano, Schuster o el mismísimo Maradona. Jugar en estadios como el Vicente Calderón, Nou Camp, San Mamés, Santiago Bernabeu… Y verse en los cromos, que no es poca cosa.
Tras dejar el Real Valladolid, militó en el CD Málaga (con el que ascendió de Segunda a Primera División en 1988, teniendo como entrenador nada menos que a Ladislao Kubala).
UD Salamanca, SD Ponferradina, Real Jaén y Real Ávila fueron sus siguientes destinos, hasta colgar las botas en 1994.
Tras su carrera como jugador inició la de entrenador, recibiendo un homenaje por ser el perparador que mejor palmarés tiene en el Trofeo Diputación de Valladolid, con dos campeonatos y dos subcampeonatos.
Además, paralelamente ha trabajado para la Federación de Castilla y León de Fútbol y ha puesto en marcha una escuela de fútbol para niños en Valladolid.