«Consume producto nacional». Con este sencillo mensaje quiso concienciar ayer un grupo de agricultores y ganaderos llegados desde diferentes rincones de la provincia sobre algunos de los que se ponen a la venta en los lineales de las grandes superficies comerciales. Marruecos, Perú o Argelia son países en los que los profesionales del campo pusieron el acento frente a unos alimentos nacionales «de excelente calidad», advirtió Jonathan Diez, que ejerció como portavoz.
Pollo congelado, cebollas, frambuesas, patatas, champiñones, piña en conserva, harina, miel, manzanas, plátanos e incluso latas de cerveza fueron algunos de los productos que llenaron esta particular cesta de la compra con la que se pretendía poner el acento no solo en su procedencia, sino también en el aumento de precios que se experimenta desde el origen al consumidor final.
La protesta tuvo su punto álgido frente a la sede de la Subdelegación del Gobierno, donde se produjo una sonora pitada en contra de las actuales políticas del Ejecutivo español y de la Unión Europea, que han derivado en una Política Agraria Común (PAC) «más verde» y con una «mayor carga burocrática».
El campo carga contra el producto importado de fuera de la UE«Protestamos contra el aumento de precios al consumidor, contra la pérdida de rentabilidad en el sector primario y contra las normas abusivas a las que nos enfrentamos a diario», rezaban los panfletos que repartieron los convocantes de la protesta. Agricultores y ganaderos que se reunieron a título particular, sin mediación de las organizaciones agrarias y con un mensaje común: «sin sector primario, no hay medio rural», sentenciaron, cencerro en mano y luciendo chalecos amarillos.
BAJADA DE PRECIOS
En paralelo, alertaron sobre la diferencia de precios entre lo que ellos ingresan y el coste en el lineal de los supermercados fruto, según advirtieron, de las importaciones. En este sentido, Diez puso como ejemplo los 52 céntimos de euro que recibe un ganadero por cada litro de leche, que después se pone a la venta «a casi el doble de precio, 0,92 euros».
Lo mismo ocurre con las patatas, que se encarecen un «472 por ciento [de 0,32 a 1,93 euros/kg]; los tomates de ensalada, que lo hacen un 292 por ciento [de 0,61 a 2,39 euros/kg] o las cebollas, que cuestan un 395 por ciento más [de 0,39 a 1,93 euros/kg]». Precios «por los suelos» que se contraponen a los «altos costes de producción» en materia de piensos, gasóleo para la maquinaria agrícola o energía eléctrica que consumen en sus explotaciones agropecuarias.
Palencia también quiere estar unida fue el lema elegido para esta nueva movilización del campo, en la que otro de sus focos fueron los fitosanitarios que se emplean en muchos de los países desde los que se importan estos alimentos y en todos esos productos «que parecen de origen español y no lo son».
APOYO DEL PP EN DIPUTACIÓN
En este contexto, la Diputación aprobó (con la abstención del PSOE) una moción del PP en apoyo a las peticiones y necesidades del sector primario. «Reivindicamos su importancia en el desarrollo de nuestra provincia, tanto desde el punto de vista productivo, económico y social, como medioambiental», reza el texto de la propuesta del grupo popular.
En ella, los populares instan al Gobierno de España a que adopte el plan de choque con quince medidas propuestas por el PP, fruto de las reuniones con las diferentes asociaciones y colectivos del sector, a la mayor brevedad posible. Además, secunda las reivindicaciones que el sector lleva realizando desde hace un mes «inundando de tractores las principales calles y municipios de la provincia».