Huellas y Moradas, exposición  inaugurada ayer en San Bernardo, constituye una de las principales citas del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa en Palencia. Reúne más de 70 piezas, que ilustran los capítulos Un siglo especial, Una vivencia especial, La reforma de la Iglesia, Teresa reformadora, Los escritos de Teresa, La andariega en Palencia, El palomarcico palentino y Las huellas de Teresa. Puede verse escultura, pintura, libros, objetos devocionales y cotidianos, todo ello para adentrarse en la época, la espiritualidad, la labor reformadora, la fundación del convento palentino y la pervivencia de lo teresiano hasta nuestros días. Hay que decir que las piezas proceden de las Madres Dominicas, las Madres Carmelitas, el Monasterio Cisterciense de San Andrés de Arroyo y de los Padres Carmelitas. También de las parroquias de Dueñas, Magaz de Pisuerga, San Román de la Cuba, Paradilla del Alcor y Barajores.

Santa Teresa llegó a Palencia a  finales de 1580 y se instaló provisionalmente en unas casas de la calle Colón y después en otras junto a la iglesia de San Bernardo, entonces ermita de la Virgen de la Calle. Es este el motivo por el que se ha escogido ese templo como sede de la exposición. Uno de sus atractivos  es que los visitantes podrán ver el antiguo camarín de la patrona de Palencia. También figuran en la muestra las reliquias de Santa Teresa (rueca, huso, tamboril, castañuelas) y el incunable Los Morales de San Gregorio Papa y Doctor de la Iglesia.

Parroquias y conventos de la ciudad y la provincia han prestado generosamente las obras para esta exposición que permitirá a palentinos y visitantes desde hoy hasta el 3 de mayo  rememorar la fundación que hoy se mantiene viva en el emplazamiento de la avenida San Telmo.

La exposición puede visitarse de lunes a viernes de 19 a 21 horas, los sábados de 12 a 14 y de 19 a 21 y los domingos y festivos de 19 a 21.