La leyenda del atletismo español, Mariano Haro, será enterrado hoy en el cementerio de Becerril de Campos después de la celebración, a partir de las 18 horas, del funeral en la iglesia de Santa Eugenia de la localidad.
El Ayuntamiento becerrileño declaró tres días de luto oficial, mientras que las banderas en el Consistorio ondearán a media asta durante este período.
Por ello, se ha suspendido el concierto del programa Allegrissimo que ayer sábado corría a cargo de Eva Gijón así como el organizado para hoy por el Ayuntamiento a cargo de la City of Sheffield Youth Orchestra.
En Palencia tiene un pabellón a su nombre, hay una carrera, Los 10.000 de Mariano Haro, que precisamente presentó la semana pasada su octava edición, que se celebrará el 22 de septiembre por el Canal de Castilla, y hasta hace poco también puso su nombre al cross de Palencia.
El alcalde de la localidad, Francisco Pérez, aseguró en declaraciones a este periódico que el Ayuntamiento sigue en contacto con la familia y reiteró que a partir de ahora espera que el fallecimiento del León de Becerril traiga un «gran número de homenajes».
El primer edil también lamentó «profundamente» el fallecimiento del atleta español, quien llevaba ya varios días ingresado con un tratamiento en el hospital Río Carrión. Por el momento, el 22 de septiembre se celebrará por el canal de Castilla Los 10.000 de Mariano Haro, la octava edición de esta carrera que se presentó la semana pasada.
«Es una noticia triste, pero creo que tenemos que quedarnos con lo más positivo y es que Mariano ha tenido en vida un buen número de homenajes, todos ellos muy merecidos. Además, su nombre aparece en un buen número de calles, pabellones y plazas no solo de Palencia sino a nivel nacional», reconocía a Diario Palentino el actual regidor de la localidad, Francisco Pérez. «Estoy convencido de que Los 10.000 de Mariano Haro que se celebrará el 22 de septiembre serán muy especiales», apuntó el alcalde.
La vida sigue su ritmo y en Becerril Campos el fallecimiento Mariano Haro, si bien sentido no mermó el quehacer estival de sus vecinos, que aprovechaban la hora del vermú en lo propio o regresaban a sus casas tras su paso por las piscinas. «Vivo con familia de Mariano Haro, estuve trabajando con él y tengo mil aventuras. Era una amigo», afirma Ubaldo, para añadir a renglón seguido que ha fallecido «una gran figura del atletismo mundial, un gran alcalde, una buena persona. Amigo de sus amigos, sobre todo y ante todo». Para el pueblo es «una gran pérdida, porque ha llevado el nombre de Becerril por todo el mundo», asevera.
«Era alcaide del pueblo, montó la fábrica de prendas deportivas. Era una institución», comenta Raúl, que también hace hincapié en que iba por ahí y cuando hablada de Becerril ponía la coletilla de que era el pueblo de Mariano Haro y la respuesta era conocida. «Hizo cosas buenas por el pueblo», expone Víctor, que considera que «es una pérdida para la localidad y la provincia, porque Mariano Haro era un referente». «Buena persona, te saludaba enseguida. Era bastante cercano, muy sociable», coinciden.
«Era una persona notable del pueblo, muy conocido, admirado en muchas cosas y como alcaide estuvo muchos años y bastante valorado», afirma José Antonio. Este hace hincapié, especialmente en calidad de alcalde de Mariano Haro, en el impulso que dio en materia de instalaciones deportivas. «Hizo piscinas, frontón, cuando en otros sitios no había». Otro aspecto en que detenerse «fue cuando puso la fábrica de prendas deportivas, porque dio trabajo y visibilidad al pueblo. Hace unos años era una empresa para un pueblo pequeño importante».
María José no es de Becerril y habla de lo emocionante que es cuando admiras a una persona que has visto en la tele durante tanto tiempo « simplemente saludarlo el año pasado, me emocionó».
Eugenio incide en que Mariano Haro fue una «excelente persona» y en que durante los 25 años que estuvo de alcalde «ayudó a mucha gente necesitada. Ayudó a todo el pueblo». «La gran espina que tenía clavada era que no pudo con Virén, que siempre le ganaba en el sprint porque corriendo desde los 8 años, a aguantar no le ganaba nadie», cuenta. «Además -añade-, tenía un don natural. El médico de Becerril, don Emiliano, decía que nunca había visto una cosa igual, porque después de un gran esfuerzo en medio minuto su corazón se recuperaba. Por eso era muy difícil que le cansaran corriendo». Para el pueblo es «una gran pérdida», porque «era una persona muy querida y apreciada. Cuando era yo era pequeño, todos los niños le querían emular».