El Centro de Desarrollo Rural de Carrión de los Condes (CDR) demostró con datos que la formación es esencial para sensibilizar contra el racismo y la xenofobia y para mejorar las actitudes de los habitantes del medio rural hacia las personas migrantes.
Esta entidad con sede en la ciudad jacobea es una de las cinco organizaciones sociales que participó en el estudio del programa Miradas diversas para construir comunidades acogedoras promovido por Codeder, que tenía como objetivo evaluar el impacto de las actividades formativas de sensibilización dirigidas a profesionales clave en el contacto y atención a personas que llegaron a pequeños pueblos procedentes de otros países.
Este trabajo se llevó a cabo en dos fases. En la primera, que tuvo lugar antes de los talleres, el CDR carrionés presentó un cuestionario a los participantes con el objetivo de obtener una línea base sobre el conocimiento y las actitudes previas. Y en segundo lugar, recogieron los datos obtenidos tras la formación para medir los cambios en las respuestas y evaluar el impacto de las sesiones de sensibilización. En ambos casos, fueron encasillados en cuatro grupos según sus decisiones.
Unas cuarenta personas que tienen un impacto directo en la percepción y las políticas locales sobre migración, entre las que figuraban agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local, personal de los ayuntamientos y profesionales de la salud y la educación, tomaron parte en los talleres promovidos por el Centro de Desarrollo Rural, que se desarrollaron en Carrión de los Condes, Saldaña y Frómista. Estos se celebraron a lo largo del año pasado, pero los primeros resultados fueron difundidos recientemente por la organización.
Entre los datos más destacados del CDRcarrionés, cabe citar que el grupo igualitario, el más tolerante, en el que ubican las personas con bajos o ningún prejuicio, aumentó en trece puntos tras la realización de las actividades al pasar de un 83,7% a un 96,7% de los participantes. Este fue, a juicio de las personas que elaboraron el estudio, uno de los cambios más relevantes. «Este crecimiento es un indicador clave del éxito de la estrategia aplicada, ya que sugiere que las herramientas utilizadas lograron modificar creencias y fomentar una visión más inclusiva y tolerante», aseguran.
Además, hacen hincapié en la reducción de las personas incluidas en la categoría de prejuicio sutil, que cayó en casi diez puntos hasta representar a menos del 2%. «Este hallazgo es especialmente significativo, ya que el perjuicio sutil suele ser más difícil de erradicar debido a su carácter encubierto y su normalización en el discurso más sutil.Este comportamiento sugiere que la intervención no solo logró cambios sustanciales en las actitudes manifiestas, sino que también influyó en la manera en la que los participantes perciben y evalúan de manera implícita la inmigración y la diversidad cultural», declaran en el análisis de los datos, en el que subrayan que estos resultados «cobran especial relevancia en un contexto donde la percepción sobre la inmigración en áreas rurales puede estar influida por factores como el desconocimiento, la escasa convivencia previa con personas migrantes y la difusión de estereotipos». Además, hacen hincapié en que «la sensibilización de profesionales que trabajan con esta población no solo mejora la atención y los servicios prestados, sino que también contribuye a la promoción de una convivencia más inclusiva y equitativa en estos territorios».
También califican de positivo también el descenso del grupo de perjuicio fanático hasta quedar por debajo del 2% (previamente superaba ligeramente este porcentaje) y la eliminación del grupo de error, lo que indicó «que las respuestas fueron más coherentes». Cabe destacar que antes del taller estaba integrado por un mínimo número de personas.
Desde el CDR, la coordinadora, María Auxiliadora Delgado, explica que «los profesionales que han participado en esta formación son las personas más sensibles hacia este tema» y que la actividad les sirvió para reafirmarse, pero se puso como reto llegar «a los que no han querido participar y que probablemente estén menos sensibilizados con esta problemática».
MÁS EXPERIENCIAS. Para seguir trabajando en la eliminación de opiniones negativas hacia los migrantes antes de conocer a las personas en cuestión, en el estudio se recomienda «reforzar estrategias más experienciales, fomentar el contacto directo con inmigrantes y diseñar programas específicos para abordar el prejuicio encubierto. «Solo con un enfoque integral y adaptado a las realidades de cada contexto será posible generar un cambio más profundo y sostenido en la percepción sobre la inmigración», detallan.
Por último, cabe destacar que participaron en total 328 personas a través de los CDR AFA Bierzo, Cerujovi, Grio, La Safor y Carrión, que se reparten entre cuatro comunidades autónomas: Castilla y León, Aragón, Extremadura y Comunidad Valenciana. La edad media de los encuestados fue de 43,3 años, aunque en el caso carrionés ascendió hasta los 51,1 años.