La red de calor de Palencia Eco Energías solo lleva unas semanas en funcionamiento, pero las sensaciones iniciales están siendo muy positivas. Así lo aseguran varios de los abonados que dejaron a un lado la caldera que quemaba combustibles fósiles y se engancharon a una opción más verde. Tras comprobar que es posible que sus viviendas alcancen una temperatura óptima sin gasóleo ni gas natural, ahora esperan que las cifras de las facturas energéticas sean más bajas.
«Se hizo el cambio con la intención de que fuera más económico», declara Rafaela de Alba, una de las primeras palentinas en calentarse con la astilla forestal extraída de montes y bosques que se quema en la central de biomasa ubicada en el polígono de San Antolín. Según los cálculos de la compañía suministradora, el importe a pagar por cada cliente descenderá «del orden del 25%» respecto a lo que pagaban antes. La usuaria espera que así sea y que ahorre dinero cada mes.
Asimismo, De Alba comenta otras ventajas que ha podido descubrir en las primeras jornadas de su nueva calefacción. La más importante, obviamente, es el calor, «que está bien». «Se está cómodamente en casa», declara. Concretamente, el mercurio alcanza en la cocina los 22 grados centígrados y la cifra es superior en las habitaciones de la vivienda, a la que los técnicos no han tenido que entrar nunca durante el proceso de sustitución de la fuente de energía. «En casa no hemos tenido que hacer nada. Han hecho las obras en la calle y solo han entrado al sótano», explica. Por otro lado, asegura que su portal «ya no huele a gasoil» y que, incluso, el edificio «es menos peligroso» al no tener un tanque lleno de combustible.
Esta sustitución, como era de esperar, ya ha sido tema de conversación entre los vecinos de la comunidad y los comentarios han sido similares. «Los pocos con los que he hablado me han dicho que están contentos con este nuevo sistema de calefacción», explica De Alba, vecina de la avenida de Valladolid. En su caso, únicamente usa la red de calor para los radiadores de la vivienda, pero la opinión de otros vecinos que además tienen el servicio de agua caliente también es buena.
La usuaria tampoco ha dejado de lado que la red de calor utiliza fuentes renovables de energía y que «es más beneficioso» para el medio ambiente. El agua se calienta en la central y sale de esta a unos 100 grados centígrados y la temperatura «únicamente puede descender unos tres grados centígrados antes de llegar a las viviendas», explicó el presidente de Palencia Eco Energías, Teo López, en la visita que realizó durante la construcción de la planta. Esto se produce porque las tuberías están revestidas «con un aislamiento especial» para que no se enfríe en el trayecto.
Además, las emisiones procedentes de la caldera pasan por «exigentes» filtros antes de lanzarse al exterior. «Cuando el humo sale no se sabe si la instalación está encendida o apagada», aseguró el máximo responsable de la compañía.