Palencia perdió un 1,5% de autónomos en el último año, lo que viene a ser uno cada dos días, según los datos proporcionados por la TesoreríaGeneral de laSeguridad Social (TGSS). Lamentablemente, no es una cuestión que acabe de aparecer en el panorama provincial por primera vez en la historia, ya que lleva sucediendo desde hace diez ejercicios consecutivos. Y, por si fuera poco, en la última anualidad, el dato regional, pese a ser negativo, es menor y la cifra nacional, al contrario de lo que sucede en tierras palentinas, es positiva.
Conviene recordar que cuando un pequeño negocio cierra, especialmente en los municipios de la provincia donde no abundan, se apaga parte de ese lugar, como, por desgracia, hemos podido comprobar ya en alguna ocasión. Un autónomo es el vendedor que está detrás del mostrador de una tienda de alimentación, el camarero que sirve en un bar y el agricultor que cultiva los campos. Palencia sin los autónomos no sería Palencia y su trabajo es totalmente necesario para que esta provincia se levante todos los días.
Sin ellos, los asalariados no podrían vivir en condiciones en la provincia, puesto que no tendrían negocios para adquirir bienes y servicios o para disfrutar del ocio. Incluso, sin el trabajo en el campo, que es el sector empresarial más numeroso de Palencia, podría darse el caso de que no hubiera comida en los supermercados. Es cierto que sin asalariados los trabajadores por cuenta propia tampoco podrían subsistir, por lo que conviene proteger a estos últimos, que a tenor de los datos, cada día son menos, para ayudar a los primeros.
Ante esta cuestión conviene que las administraciones muevan ficha para apoyar el trabajo de los autónomos, pero también para fomentar el emprendimiento, que es una cuestión en la que hace hincapié la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) de Castilla y León, que teme, de no cambiar las cosas, que el relevo generacional sea totalmente insuficiente de diez a quince años. Por ello, poner freno al goteo de empresarios es ayudar a la capital y la provincia, sea de la forma que sea.
Pero, por otro lado, también sería interesante que la propia ciudadanía sea responsable, piense en qué puede hacer para mejorar su entorno y actue consecuentemente. Porque roza el cinismo que una persona reclame medidas para favorecer a los autónomos cuando, por poner un ejemplo, en las pasadas navidades no ha comprado ni unas zapatillas en un negocio palentino o no se ha acercado a un establecimiento hostelero en el último año. Así de claro.