A un lado está Palencia y al otro, Venezuela para un nutrido grupo de residentes en la provincia. El Instituto Nacional de Estadística (INE) tiene registrados en 2024 a 551 palentinos con nacionalidad venezolana (261 hombres y 290 mujeres), a los que la actualidad política de su país de origen, ahora más si cabe, los mantiene pendientes de lo que sucede al otro lado del Atlántico.
Uno de los nacidos en el estado caribeño que cambió su tierra por buscarse un futuro mejor a orillas del Carrión es el médico y hostelero José Luis Araujo Briceño, de 29 años, que llegó a la capital palentina hace aproximadamente un año y medio tras contactar con algunos compatriotas que ya estaban aquí.
La situación que está padeciendo su país en la actualidad fue uno de los factores que animaron a Araujo a venir a Palencia, donde abrió el bar Sushi Black, un establecimiento situado el pasaje comercial DonSancho-Plaza Mayor en el que ofrece una fusión gastronómica entre los sabores de su tierra y la comida asiática (que en los últimos años ha experimentado un gran auge) con un toque del lugar en el que se encuentra viviendo. Era un negocio que ya tenía abierto en su Maracaibo natal y que actualmente regentan sus padres. Otra de las razones del viaje fue ampliar sus conocimientos de medicina tras graduarse. Para ello, está mirando ya los correspondientes trámites.
Asegura que en Palencia encontró un lugar «interesante» donde está recibiendo «apoyo y empatía por parte de los palentinos», pero no deja de pensar en su lugar de nacimiento. «Uno nunca para de mirar sus raíces y me preocupa porque enVenezuela sigue el núcleo de mi familia», comenta Araujo tras explicar la gravedad de la situación política de su país, desde donde recibe noticias de falta de libertad, ya que se acalla hasta a la disidencia dentro de las filas del sector oficialista, encabezado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
«ElGobierno tiene un férreo control», sentencia. De hecho, asegura que las mejoras que hayan podido producirse en los últimos años llegaron vinculadas a cambios en la sociedad y a medidas «liberales y capitalistas» que se ha visto obligado a aplicar el ejecutivo de Maduro, que se encuentra en las antípodas ideológicas.
Explica que no pudo participar en las elecciones presidenciales de Venezuela del pasado mes de julio por las grandes dificultades que impusieron para votar desde el extranjero y asegura que el hombre que debió tomar posesión de la jefatura del Estado el 10 de enero era Edmundo GonzálezUrrutia, el candidato mayoritario de la oposición, al que persigue en estos momentos el chavismo. «De eso no hay duda. Los resultados reales los conocen incluso hasta los seguidores de Maduro, que disponen de las mismas actas», declara del médico.
Su gran sueño es que «Venezuela regrese al mundo occidental». En estos momentos declara que está fuera de él. «Tiene que volver a reinsertarse», comenta el también hostelero tras recordar que su nación, en el pasado, fue «receptora de inmigrantes y una democracia que cobijó a muchos refugiados políticos de Chile y de Europa». «Tuvo un período de desarrollo importante», rememora. Ahora espera que esos tiempos de prosperidad se repitan en el futuro.