El CDBecerril sigue en la ola del triunfo, en la misma cresta. Un partido que parecía predestinado al empate sin goles, porque las ocasiones eran inexistentes, acabó con triunfo morado gracias al tanto de Nachín ya entrados en tiempo de descuento. Los morados, que ya rozan la salvación, cuando resta todo un mundo, son sextos en la tabla.
Francis Olea realizó cambios en su once, pero siempre con su misma filosofía y dibujo. Sevillano ocupaba la portería, con una línea de cinco arropándole. Diego, Sierra y Merino ocupaban los centrales, con Toquero (en una posición no habitual) y Arranz en los laterales, siendo más ofensivo el primero que el segundo. Alberto, con Simal en el banquillo, hacía de ancla en la medular, con Blanco y Moha en los volantes. Isma jugaba libre de movimientos en la media punta, con Míkel como referencia.
El Villaralbo salió bien plantado en el campo. En noviembre, cuando estaba en el fondo de la tabla, incorporó en su banquillo a Miguel Ángel Álvarez Tomé, el viejo zorro leonés. Un entrenador contrastado, con experiencia en muchas categorías del fútbol español y múltiples equipos, entre ellos el desaparecido Deportivo Palencia. Sus equipos son claramente reconocibles: disciplinados, tácticamente muy bien trabajados, sin apenas fisuras.
Así que el partido se desarrolló en la primera parte como estaba planteado por el técnico leonés. Mucho centrocampismo, juego dividido y pocas por no decir ninguna ocasión. Más bien, ni llegadas a uno u otro área. No había espacios porque también el Becerril es un equipo bien posicionado. Por no haber, ni hubo acciones a balón parado que pudiesen romper este panorama. El orden y la disciplina estaba pudiendo con la técnica y la osadía. Empate a cero, empate a nada en la primera parte.
Más de lo mismo en la segunda mitad. Francis Olea, técnico morado, quiso darle un giro al partido con la entrada de Nachín, colocándose como segunda punta, bajando al volante a Isma y situando a Moha en el carril derecho por el también baltanasiego Toquero. El primer tiro, más bien tirito, de ambos equipos llegaba a la hora de juego, parando con facilidad Sevi el centrado disparo de Róbert.
El técnico terracampino dio otro giro de timón, con tres cambios de una tacada, cambiando a línea de cuatro atrás, pasando a un 4-2-3-1 con Blanco y Simal en el doble pivote, Jair y Amado en las bandas, Nachín en la media punta y Míkel arriba. Un once tremendamente ofensivo. Más dinamita no se podía poner en el campo.
Entre esa mayor ambición local y que las fuerzas empezaron a flojear al Villaralbo (porque defender tanto tiempo y estar detrás del balón cansa), el cuadro visitante se enculó un poco más. Intentó cortar el ritmo de los morados con constantes pérdidas de tiempo. Pero en el minuto uno de los seis de prolongación, en la primera ocasión local, llegaba el tanto del Becerril. Una acción que reclamaba penalti Míkel tras un salto, las dudas en el despeje tras las protestas y Nachín, el más listo de la clase, aprovechaba para marcar. Un gol de pillo que le daba tres puntos a unBecerril que se codea con los grandes y que prolonga su gran momento.