Teatro para los niños

Sofía Sánchez
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El primer Campus Municipal de Artes Escénicas se lleva a cabo durante los meses de julio y agosto para niños de entre 5 y 13 años, de la mano de la empresa Ana Rueda Eventos

Realización de una actividad de maquillaje durante el Campus de Artes Escénicas en el Centro Joven. - Foto: Óscar Navarro

La ciudad suma a su oferta actual un Campus Municipal de Artes Escénicas tras años de conversación y planificación de las actividades. «Quería algo diferente para que los niños pasaran el rato en verano. Hay muchas actividades físicas como las de los Pequejuegos, pero no había nada para fomentar la actuación», informa Ana Rueda, responsable de la empresa Ana Rueda Eventos y coordinadora de actividad del Campus Municipal de Artes Escénicas. «Ahora ya tenemos esta opción», asegura.

Estas actividades de interpretación se llevan a cabo en el Centro Joven, junto al colegio Tello Téllez, y tienen lugar durante los meses de julio y agosto. «Las inscripciones van por mes. Hemos tenido un grupo durante todo julio, y ahora hemos empezado con otro», señala Rueda, quien también menciona que «dentro de estos grupos los dividimos en pequeños, niños de cinco a ocho años, y en mayores, de nueve a trece años, para poder ajustar más las actividades a sus edades».

Los monitores que participan y organizan las actividades han tenido que obtener una formación en artes escénicas para poder ofrecer una mejor dinámica de grupo y para poder llevar a cabo los objetivos que se plantean para los asistentes al campus. «Queremos que los niños salgan de aquí con más seguridad en ellos mismos, con mejores capacidades para expresarse y con menos miedo y timidez a la hora de tener que enfrentarse a una exposición o a algún discurso en público», asegura la coordinadora. «Es muy satisfactorio también para nosotros ver cómo evolucionan y mejoran con el paso de las semanas», añade.

Esto último es lo que resaltan el resto de monitores, quienes aseguran que además de ser una experiencia para los niños, lo es también para ellos. «Fue muy buena la experiencia de poder crear un muy buen grupo con los niños que vinieron en julio», asegura el monitor Manuel Cantero. Además, su compañera Elena Iglesias señala que «ha sido la oportunidad de llevar a la práctica mis conocimientos de actuación con los niños y también es la manera de poder ver como ellos van perdiendo el miedo y al terminar son capaces de actuar en la obra final».

Por otro lado, Ana Rueda apunta que no es obligatoria querer actuar para poder asistir a este campus. «No es una actividad solo enfocada a la actuación», señala. «Esto es una oportunidad para mejorar ciertos aspectos personales para nuestra vida, y al final pueden apuntarse y venir incluso si de mayores quieren ser informáticos», sentencia. 

La coordinadora quiere dejar claro que, principalmente, lo más importante es que  «aprendan a trabajar en equipo, la responsabilidad que conlleva formar parte de una obra, el respeto entre todos y el grupo que se crea».