Ofrecer apoyo, información y sostén emocional a las familias que lo necesiten y generar una red de ayuda provincial consolidada y especializada para las personas con altas capacidades intelectuales (AACC). Todo ello con la detección temprana como elemento clave para poder responder a sus necesidades específicas de apoyo educativo, de forma que se evite el temido fracaso escolar. Son los pilares básicos de trabajo que se marca la recién creada Asociación Palentina para el Apoyo de las Altas Capacidades (APAC), que cuenta con unas 40 familias asociadas y otros tantos niños evaluados, además de estar en marcha diversos procesos en determinados casos.
Aun así, señalan que el número crecerá en el momento en el que se comience a conocer su trabajo y existencia en el conjunto de la provincia, dado que cuentan con sede en la capital -se les pueden encontrar en el CEAS de Puentecillas y en el teléfono 613 082 999- y una delegación en Guardo.
La dinámica se centra en trabajar para encontrar la "felicidad de nuestros chiguitos", ya que, aproximadamente, el 15 por ciento del alumnado tiene AACC, de los que, es una estimación, solo el 0,5 por ciento está diagnosticado y la gran mayoría suele ser de género masculino, ya que las niñas "esconden su potencial para no ser rechazadas", apuntan desde la Comisión de Comunicación de la Asociación, conformada por Estela, Carolina y Samuel.
En declaraciones a la Agencia Ical, ponen el foco en la importancia de incidir en la detección general de todo el alumnado con estas características y, especialmente, en la detección de las niñas y mujeres. "Hay un desconocimiento generalizado y una idea mal establecida sobre las AACC en la sociedad que hace creer que no necesitan ningún tipo de apoyo, dado que son muy listos y se obvian así las necesidades sociales, emocionales e intelectuales que tienen".
Para que sean atendidos en los centros escolares, además de la propia intuición de las familias o del profesorado, se debe verificar si tienen altas capacidades. "Es necesaria la realización de una evaluación psicopedagógica realizada por el equipo de orientación", añaden.
Esta evaluación puede solicitarse por las familias, que le transmite al tutor su inquietud, o del propio profesorado, que decide solicitar al equipo de orientación del centro la realización de esa evaluación. Tras una serie de pruebas, el orientador emite un informe psicopedagógico con pautas para el centro y la familia.
Aseguran que, en ocasiones, un proceso aparentemente sencillo puede complicarse, por lo que desde APAC recomienda que las comunicaciones se realicen por escrito y registradas en Dirección en el supuesto en el que "falle el contacto cordial" con el tutor o profesorado. De ahí que esa detección temprana sea complementada con una "adaptación curricular apropiada, consensuada, guiada y orientada en el ámbito escolar".
"Los niños son niños. Sienten y viven como niños. Lo importante es que se les vea como niños, aunque gracias a su estructura y funcionamiento cerebral diferente, conecten más rápido o lo cojan al vuelo". Aquellos evaluados con AACC tienen una velocidad de procesamiento mucho más rápida, destacan en el razonamiento matemático, en el área artística o en el lenguaje, pero también los hay con problemas de conducta, con dificultades de aprendizaje o con dislexia.
De ese modo, trasladan que en la asociación llevan a cabo acciones de potenciación del talento con actividades extracurriculares de informática, arquitectura y artes, así como programas de relaciones sociales con actividades comunes (juegos, rol, seminarios, quedadas) y lúdicos, con salidas programadas y visitas culturales.
Además, se ejerce un apoyo psicológico a infancia y familias; un desarrollo familiar como punto de encuentro común; y se ponen en marcha la promoción de convenios colaborativos con Diputación, Ayuntamiento y otras asociaciones.
"En la familia, tratamos de participar en actividades para que puedan ampliar sus conocimientos en lo que deseen y les interesa, haciéndoles entender cuál es su condición para que, desde pequeños, aprendan a aceptarse y aceptar a los demás para establecer relaciones sanas de respeto".
Los niños y niñas de altas capacidades "necesitan ser escuchados, sentirse respaldados y apoyados", porque requieren de "mil y una explicaciones sobre los temas que más les interesan". Y es que, el juego es su trabajo más serio, recalcan en declaraciones a Ical.
Desde APAC lanzan una serie de reivindicaciones que, en el caso de las instituciones, giran en torno a un mayor apoyo al colectivo y se dote con más fondos a la educación. "Podríamos tener en los centros educativos una menor ratio de orientador por alumno, haciendo que sea más rápida la realización de las evaluaciones psicopedagógicas necesarias para su detección".
También destacan que se necesita un "mayor número de profesores" para que sean atendidos en los colegios, sin olvidar una mayor formación disponible para el profesorado para que, junto a los progenitores, sean los que vean la necesidad de derivar a este tipo de alumnado.
Asimismo, comentan la importancia de que se ampliaran y facilitaran las ayudas económicas que ayuden a paliar las inversiones que se han de realizar parar complementar los currículos educativos en horario extraescolar.