Millones de personas usan aplicaciones de citas o sitios de redes sociales para conocer a alguien. Pero en lugar de encontrar una relación amorosa, muchas se encuentran con un estafador que trata de engañarlas para que le envíen dinero.
En los últimos días este tipo de estafa se ha aupado a lo más alto de la actualidad nacional después de que dos hermanas aparecieran asesinadas junto a su hermano en una vivienda de la localidad madrileña de Morata de Tajuña, víctimas de lo que se conoce como una estafa amorosa. De acuerdo con el testimonio de varias personas cercanas a los tres hermanos asesinados, «dos hombres contactaron con las mujeres a través de Facebook haciéndose pasar por militares estadounidenses destinados en Afganistán» para hacerse con su dinero.
El supuesto autor del triple homicidio, un hombre de 43 años de nacionalidad paquistaní, se ha entregado a la Guardia Civil y está detenido.
Bajo este prisma, se acaba de conocer en Palencia un caso, menos trágico eso sí, pero que tiene las mismas componendas de este tipo de delincuencia. Y es que la Policía Nacional ha procedido a la plena identificación de un varón, de nacionalidad extranjera, como presunto autor de delito de estafa en la modalidad de la estafa del amor en la persona de una palentina, a la que defraudó 20.500 euros.
Según la investigación, el identificado utilizó tres identidades diferentes para recibir las distintas cantidades de dinero mediante cuentas abiertas con dichas filiaciones.
Los hechos ocurrieron entre los meses de abril y mayo de 2023, según la denuncia interpuesta en la Comisaría de Palencia por parte de la víctima, que estableció contacto con el delincuente a través de la red social Instagram.
Según trascendió, este individuo le manifestó que era belga y de ascendencia española; que se dedicaba a la exportación y venta de vehículos de lujo. Una vez conseguida su confianza como si se tratara de una relación de pareja, pese a no verse -solo le conocía en las fotos que le remitía- el estafador comenzó a pedirle dinero en cantidades de 3.000, 5.000 y 6.000 euros, como favor por tener supuestamente su cuenta bloqueada al serle imprescindibles esas cantidades para poder seguir operando como exportador a nivel mundial.
Así las cosas, la víctima realizo varias transferencias hasta un total de 20.500 euros, dándose la circunstancia de que el estafador se había citado con ella en Madrid para conocerse. Al no presentarse a la cita, la denunciante comenzó a pensar se trataba de una estafa y se personó en su entidad bancaria para intentar recuperar el importe de las transferencia, lo que, evidentemente, no fue posible.
Ahora, la Policía Nacional, como miembro de Interpol, acaba de grabar una requisitoria internacional para la inmediata localización, detención y presentación del identificado ante la autoridad judicial, según la información aportada.