Subirá el IBI en 2025 pero el agua y la basura se 'congelan'

Carlos H. Sanz
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La falta de apoyos obliga al equipo de Gobierno a frenar los aumentos previstos para los principales recibos que abonan las familias y a asumir que la única alza de los ingresos por esta vía llegará por el catastrazo

Subirá el IBI en 2025 pero el agua y la basura se 'congelan'

Ni el rodaje, ni los recibos del agua, ni el de la basura. Los palentinos solo notarán en sus bolsillos el año que viene -y no será poco- la subida del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, conocido como la contribución, después de que el equipo de Gobierno de Miriam Andrés comprobase ayer en el pleno de ordenanzas que carece de los apoyos suficientes para materializar la hoja de ruta fiscal que trazó para 2025. De hecho, incluso desistió de llevar algunas al orden del día, como fue el caso de las vinculadas al abastecimiento y alcantarillado de agua.

La única actualización de las ordenanzas, tasas y precios públicos que salió adelante con el apoyo de Izquierda Unida-Podemos, el concejal no adscrito, Ricardo Carrancio, el Partido Popular y el propio PSOE, fue aquella que experimentará un incremento igual al IPC; es decir, subirán un 1,5%. En total, 17, entre las que están las tarifas de ORA, por ejemplo.

En las que no logró apoyos suficientes fue en aquellas para las que proponía un incremento de tarifas por encima del IPC: transporte urbano, celebración de matrimonios, prevención y extinción de incendios, uso del dominio público local y las vinculadas al Patronato Municipal de Deportes. De todas estas, solo prosperaron las actualizaciones de precios para el servicio de grúa y para el uso del Teatro Principal, ya que el PP, al contrario de lo que ocurrió con las vinculadas al IPC, votó en contra del resto.

A este pleno también se llevaron dos nuevas ordenanzas: las vinculadas a la prestación del servicio de recarga de vehículos eléctricos mediante el uso de postes de recarga en la vía pública y otra que regula la prestación de actividades administrativas de competencia local en materia de prevención ambiental. La primera sí salió adelante gracias a la abstención del PP y a los apoyos de IU-P, el edil no adscrito y el PSOE; pero la segunda no.

Sin éxito. Este es el resumen de un pleno de ordenanzas en el que el concejal de Hacienda, Carlos Hernández, expresó su preocupación por el desequilibrio entre los ingresos y el coste de los servicios municipales: «No me llegan ni para pipas», aseveró el edil, quien destacó la diferencia de más de dos millones de euros entre el coste del agua y su depuración y lo recaudado, así como el déficit de más de un millón de euros en el servicio de recogida de basuras. Por eso, se mostró visiblemente molesto con la oposición, a la que criticó su falta de propuestas concretas: «Nadie en este pleno me está diciendo cómo vamos a hacer frente a esta situación». 

Críticas casi unánimes. Si buscaba comprensión, el concejal de Hacienda no la encontró. Desde el Partido Popular, su portavoz, Víctor Torres, criticó la gestión del equipo de Gobierno de Miriam Andrés y lamentó su política fiscal inconsistente. Torres señaló que se propusieron subidas de impuestos sin justificación, denunció el «catastrazo» y rechazó el incremento de tasas como el agua, el alcantarillado y el transporte urbano, calificándolas de «subidas injustificadas». Pero, sobre todo, reprochó al edil de Hacienda su falta de diálogo por no hacer «ni caso» a las propuestas y críticas de la oposición.

Domiciano Curiel, portavoz de ¡Vamos Palencia!, explicó su «no a todo» por la carencia de una planificación presupuestaria coherente. Insistió en una reducción del gasto «un tanto inútil» y se parapetó en que el aumento de impuestos genera «hartazgo en la ciudadanía» cuando se lleva a cabo sin un «proyecto de ciudad».

El no fue también la postura de Vox. Sonia Lalanda, su portavoz, denunció el aumento de la presión fiscal a nivel nacional durante el mandato de Pedro Sánchez y cómo afecta a los ciudadanos de Palencia. Del mimo modo, acusó al PSOE de no haber negociado una reducción del tipo impositivo del IBI y de hacerlo tarde cuando accedió a ello: «No me creo que se les haya pasado el plazo para que entrase en vigor el 1 de enero», aseveró. Vox rechazó cualquier incremento en las ordenanzas fiscales y propuso reducir «gastos superfluos» y aprovechar los fondos provenientes del Estado: «Arréglense con los 500.000 euros extra que van a recibir por el IBI», sentenció Lalanda.

No fue menos crítico Rodrigo San Martín, portavoz de Izquierda Unida-Podemos, quien lamentó los bandazos respecto al IBI y otras tasas y enarboló su defensa de una fiscalidad progresiva para que «quien más tiene, más pague». Por eso, San Martín denunció el aumento de tarifas del autobús, considerándolo «una verdadera vergüenza» por afectar a colectivos vulnerables como mayores y estudiantes. Por último, Ricardo Carrancio, el concejal no adscrito, cargó contra la falta de previsión y la incapacidad para consensuar soluciones, aunque defendió la necesidad de equilibrar ingresos y gastos sin sobrecargar a los ciudadanos, de ahí que apoyase la subida de algunas tasas y precios públicos.