La Jornada de reflexión y debate: el sector de la automoción ante el futuro, organizada ayer en la capital por la Federación de Industria de CCOO de Castilla y León, dejó claro que se tienen que tomar una serie de medidas urgentes, con los apoyos institucional y de los centros académicos incluidos, para que se mantenga el 20% de la riqueza total en la comunidad procedente de los 12.000 puestos de trabajo directos. Al generar cada uno de ellos otros cuatro indirectos, son cerca de 50.000 los empleos existentes entre las grandes empresas fabricantes de vehículos, los centros de trabajo que elaboran componentes como industria auxiliar, el mantenimiento y reparación de coches, las estaciones de inspecciones técnicas (ITV) y los concesionarios de venta. El 72% del empleo creado por el sector procede de las empresas de fabricación de vehículos repartidas entre Palencia y Valladolid, sobre todo, y en menor medida Burgos, Ávila y Soria. La automoción supone, por lo tanto, un pilar fundamental para la economía regional y solo se está por detrás de Galicia en la fabricación de vehículos.
A nivel nacional, como puso de manifiesto Raúl Villar Pérez, responsable de Bienes Intermedios de CCOO de Industria, son cerca de 19.000 millones de euros los que aporta la automoción a la balanza comercial, lo que supone el 12,1% de la explotación nacional y un 10% del Producto Interior Bruto (PIB).Esta industria cuenta con dos millones de empleos directos y 17 fábricas de vehículos, siendo el país el segundo fabricante a nivel europeo, con un 80% destinado al mercado exterior.
La automoción, como señalaron los ponentes, tras la pandemia ha ralentizado la producción al sufrir un desabastecimiento de componentes y materias primas, con una pérdida de 20.000 empleos, junto a una ralentización de las ventas al estar «en vía muerta» el tránsito hacia la electrificación. «Se necesita en este ámbito implantar una economía industrial automovilística moderna y sostenible en cuanto al control de emisiones por el cambio climático, y una implantación rápida de la Inteligencia Artificial (IA) y el Big Data en los procesos productivos. El parque nacional vehículos tiene una antigüedad media de 15 años y hay que ir renovándolo, pero de momento los coches eléctricos son caros, no hay suficientes puntos de recarga y en muchos de ellos se producen colas y, si se quitan las subvenciones para su adquisición, las ventas bajarán como ocurrió en Alemania», expuso Raúl Villar.
ESTUDIO CON ENCUESTA. En el avance de un estudio de la Federación de Industria de CCOO -con 4.000 envíos a trabajadores y150 repuestos- se extraen conclusiones en las que se apunta como preciso para garantizar el futuro del sector de la automoción una apuesta clara por la formación profesional, dado que se aprecia una escasa cualificación y es preciso mejorarla a corto plazo; incentivos para fabricar y adquirir vehículos eléctricos; e innovación tecnológica basada en la automatización y digitalización.
Junto a Raúl Villar intervinieron en la jornada para abordar las condiciones laborales y necesidades formativas del sector de automoción Andrés Melgar Bachiller, catedrático de Máquinas y Motores Térmicos de la Escuela de ingenierías Industriales de la UVA; Juan Antonio Doyague Tejedo; director del Centro de Formación Profesional Ocupacional del ECYL; Isabel Fernández Navarro, responsable de Formación para el Empleo de CCOO de Industria; y María Rodríguez Manchado, directora de la Asociación de Empresarios del Metal de Valladolid (Vametal).
Respecto al avance del estudio de CCOO, este reconoce que las personas trabajadoras reciben formación en el empleo, en torno al 77%, pero un 65% señala que no están cubiertas sus necesidades y que las horas que dedican las empresas a este ámbito son solo 20 al año. Asimismo, sobre la existencia de planes de formación, solo un 40% reconoce que no lo hay y el resto no sabe o no contesta. Además, existe un gran desconocimiento -de en torno al 45%- sobre los permisos individuales de formación, que son 200 horas anuales, de los cuales las empresas pueden bonificarse en sus costas a la Seguridad Social. Asimismo, un 68% desconoce el procedimiento de acreditación de competencias y este tema preocupa, ya que 43% de las personas que trabajan en el sector no tienen una formación profesional reconocida, lo que supone un riesgo de cara a los cambios tecnológicos en el sector automotriz.