Trabajo de Meritorio. Así definió el director José Alonso de Ojeda la labor que llevó a cabo entre los años 1965 y 1968 Luis Romasanta Marquínez en El Diario Palentino -El Día de Palencia. «Entonces la palabra becario no existía», explica el periodista, que empezó a hacer sus pinitos en el decano de la prensa provincial mientras estudiaba en el colegio La Salle de la capital. «Me encantaba escribir y quería ser periodista cuando estaba haciendo el Bachiller Superior y mi padre habló con el director, que le dijo que fuera a la redacción», comenta.
Desde entonces compaginó sus estudios y su profesión. «Pasé tres años muy bonitos y aprendí periodismo. Había cinco redactores: José María Ruiz de Gopegui, Antonio Álamo Salazar, Félix Buisán, Pedro Miguel Barreda y Gonzalo Martín Santos.Me acuerdo perfectamente a todos.Eran personas maravillosas y geniales. Han fallecido todos ya, pero sentí mucho la prematura muerte de Álamo Salazar.Era un gran poeta y una gran persona.Murió siendo director del Diario», detalla Romasanta, que aún recuerda el primer sueldo que recibió, 1.000 pesetas al mes, que posteriormente pasaron a ser 2.000. Entre las funciones que le habían asignado estaban la preparación de noticias y la selección de teletipos.
Gracias a ello, se enteró de primera mano de que en 1967 ganó el primer premio del concurso nacional de periodismo juvenil de laDelegación de Juventudes, que tenía como hilo conductor el futuro y los jóvenes. «Me hizo una ilusión tremenda cuando me encontré con la noticia en el teletipo de la Agencia Cifra», declara el periodista, que también aparece en las páginas de este periódico como vencedor de algunos certámenes más de escritura.
Cuando terminó el curso Preuniversitario se marchó a estudiar Periodismo a Madrid. Pero nada más llegar a la ciudad del Manzanares se presentó en la sede del diario Pueblo para trabajar mientras se formaba. La respuesta fue positiva y empezó a trabajar en 1968 con 18 años en un periódico «de ídolos y dioses». Un artículo (que incluye foto) publicado en DPtras su marcha comenta el inicio de su nueva etapa. «Para mí es el más bonito y el mejor», asegura el homenajeado.
Aún guarda ese recorte, al igual que muchos otros (como el que anuncia su primer premio en el concurso nacional) y el certificado de Alonso de Ojeda, en el que destacó «una conducta intachable» durante la etapa en la que realizó los trabajos de Meritorio. Además, el director destacó que abandonó el puesto «por voluntad propia» para marcharse a laEscuela Oficial de Periodismo.
En Pueblo estuvo, prácticamente, hasta el final de su historia. En este medio cumplió su deseo de ser editorialista. «Me siento orgulloso de haber hecho unos editoriales fundamentales en la transición española», declara el periodista, que cuando alcanzó el puesto de jefe de Opinión «sentí que el periodismo había llegado a mi techo y empecé a estudiar otras cosas».
CAMBIO DE TERCIO. Romasanta, que explica que fue el primero de la promoción de periodistas en 1974, siguió estudiando. Es licenciado en CienciasEconómicas y Derecho, en ambos casos por la Universidad Complutense. Además, se preparó unas oposiciones para inspector de Hacienda, que por aquel entonces se llamaba de Finanzas del Estado, y las aprobó. Y de ello se jubiló hace cinco años. En esta etapa fue interventor general del Gobierno de Cantabria durante la primera etapa de coalición tras el mandato de Juan Hormaechea (1995/1997) e interventor judicial del Atlético de Madrid en el 2000.
A pesar de este cambio de tercio, mantiene al periodismo en un lugar destacado de su vida. «He estudiado muchas cosas, he estado en muchos sitios, en Hacienda me ha tocado hacer tareas difíciles y he hecho cosas de cierta complejidad, pero el periodismo es algo que me envuelve y me sigue gustando escribir», declara.
De hecho, a los jóvenes que están estudiando en las facultades de toda España para dedicarse a la información les anima a que sigan con su sueño, «aunque sea una carrera ahora mismo de muy difícil salida».
¿QUIÉN ES? Entró por primera vez en la redacción del decano de la prensa palentina en 1965, donde permaneció hasta 1968, cuando se marchó a Madrid.Allí trabajó en Pueblo. En los 80 opositó para ser inspector de Hacienda y consiguió plaza en el Cuerpo Superior de Inspectores de Finanzas del Estado.Después pasó al Cuerpo Superior de Interventores y Auditores del Estado.Es Periodista y licenciado en CienciasEconómicas y en Derecho. Además, realizó varios cursos de doctorado en estas materias.