Los propietarios del edificio en construcción de la plaza de San Martín de Frómista han manifestado que la edificación de esa casa con dos viviendas unifamiliares «cumple con toda la normativa preceptiva». Salen al paso de las declaraciones de algunas formaciones políticas del municipio así como las informaciones en medios nacionales y en las redes sociales, las cuales «están causando desasosiego en la familia propietaria».
La misma afirma que «el proyecto de obra está redactado por un arquitecto, y ha sido visado por el Colegio de Arquitectos de León, Delegación de Palencia». Indican además que en todo momento «se ha respetado la normativa urbanística de Frómista, que en modo alguno impedía, ni impide, la construcción en la propiedad, hecho público y publicado».
Al estar afectado por los entornos de un Monumento como San Martín, «hubo de contar con informe favorable de la Comisión de Patrimonio de la Delegación Territorial en Palencia de la Junta de Castilla y León, de fecha 23 de agosto de 2012, organismo que, cumpliendo escrupulosamente con la legalidad, apuntó las modificaciones que entendió oportunas. En consecuencia se modificó el proyecto técnico y se ajustó la construcción a tales indicaciones». Igualmente, «con fecha 29 de mayo de 2013 se obtuvo la licencia urbanística y el permiso de obra del Ayuntamiento de Frómista. Las licencias urbanísticas son actos reglados a los que el ciudadano tiene derecho cuando su proyecto no incumple la legalidad. No son, por tanto, actos graciables o sujetos a voluntad u opinión: simplemente, si se cumple la normativa, han de ser dadas», subrayan los promotores ante las acusaciones de trato de favor.
«Se trata, por tanto, de una construcción autorizada», recalcan y afirman que «haciendo uso de su derecho a la propiedad privada, edifican sus dos viviendas (en un terreno en el que ya existían dos viviendas de la familia), sin ocupar un solo metro de suelo público, sin excederse en alturas, superficies o volúmenes y siendo respetuosos con el entorno», ya que indican, son «los primeros interesados en conservar el Patrimonio de Frómista».
Además, ante la repercusión del caso se han puesto en manos de un despacho de abogados que interpondrá acciones legales «contra los actos que menoscaben la honorabilidad y puedan incurrir en los delitos de injurias o calumnias tipificados en el Código Penal».