Templos del Norte Palentino llega a las librerías en formato libro (editado por Curiosón), con más de 300 páginas. Su origen es una serie de artículos que publicó Diario Palentino firmados por Froilán de Lózar e ilustrados con fotografías de José Luis Estalayo. La dedicatoria del autor es esclarecedora de su intención al publicar este libro: «A los canteros que labraron estas naves. A las autoridades, para que cuiden y protejan la obra que nos legaron. Para que los pueblos no se cierren y se pueda trabajar y vivir un día en la armonía y la paz que llenan nuestros templos románicos».
Afirma Manuel Gila en el prólogo que esta «cuidada publicación», sube al lector al condado de Pernía con Lebanza y San Salvador de Cantamuda y, sin salir de aquellos valles, extiende su mirada a Santullán, Salcedillo, Brañosera y Cordovilla; penetra en el centro, en la Valdavia hacia las Vegas del Carrión y en la propia ciudad de la fortaleza de San Miguel.
«Ahora -añade-, a ti lector te toca completar la obra de Froilán de Lózar visitando sus pórticos ponderados de Carrión o de Moarves, los capiteles y canecillos de Frómista, las urnas sepulcrales de San Zoilo o Aguilar; las pilas bautismales de Abia de las Torres, Arenillas de San Pelayo, Osorno, Colmenares, el apóstol San Andrés en su convento cisterciense».
La mirada de De Lózar «es una propuesta de aventura que recorrer para divertirse buscando en el románico palentino las fuentes constructivas leonesas y compostelanas en los templos de la margen derecha del Pisuerga, o el borgoñón, burgales y lombardo en Aguilar, Moarves o Perazancas, el asturpalentino de Villanueva de la Torree, Rueda y Mudá hasta caer rendito en el estilo pleno latino cristiano cluniacense de Frómista y entablar un diálogo mudo, espiritual, con sus maestros Xemeno de Quintalaluengos, Joannes de Nucares y Bartolomeus en Revilla o Dominicus en el claustro de Santa María la Real», según el prólogo de Gila Puertas.
De Aguilar de Campoo, figuran en el libro la colegita de San Miguel y Santa Cecilia; de Barrio de San Pedro, San Andrés; de Barrio de Santa María, la ermita de Santa Eulalia y Nuestra Señora de la Asunción; de Brañosera, San Miguel, San Roque y Santa Eulalia.
Otros templos que incluye la publicación son San Bartolomé (Bustillo), San Andrés (Cabria), Santa María y San Adrián (Canduela), Santa Eugenia (Cenera), Nuestra Señora del Castillo (Cervera de Pisuerga), Santa María la Real (Cillamayor), San Fructuoso (Colmenares de Ojeda), Santa María (Cordovilla), Santa Juliana (Corvio), San Pedro (Cubillo de Ojeda), Salvador (Forlada).
Aparecem también templos de Frontada, Gama, Lomilla, Matabuena, Matalbaniega, Matamorisca, Mave, Moarves y Mudá, así como de Nava de Santullán, Olleros de Pisuerga, Olmos de Ojeda, Pisón de Castrejón, Polentinos, Porquera de Santulllán, Pozancos y Puentetoma.
En Quintana de Hormigonera, Quintanahernando, Quintanilla de Berzosa, Renedo de la Inera, Revilla de Santullán, Salcedillo, Salinas de Pisuerga, San Andrés de Arroyo y San Cebrián de Mudá se ubican otros templos tratados en la publicación.
Completan el listado iglesias y ermitas de San Salvador de Cantamuda, Santa María de Nava, Traspeña de la Peña, Valberzoso, Valdegama, Vallespinoso de Aguilar, Valoria de Aguilar, Verbios, Villabellaco, Villacibio, Villanueva de la Torre, Villanueva del Río, Villarén de Valdivia y Villavega de Aguilar.