La madera se ha convertido en uno de los recursos más cotizados en los últimos tiempos en un escenario global de preocupación por el medio ambiente y el cambio climático. Castilla y León, uno de los principales productores de España, quiere aprovechar este tirón e impulsar a lo largo del resto de la legislatura la concentración forestal entre los pequeños propietarios, que suman unos tres millones de hectáreas de las algo más de cinco de masa forestal con las que cuenta la Comunidad, así como el asociacionismo entre los mismos con el fin de incrementar la producción de madera y pasar de los 3,2 millones de metros cúbicos actuales a los cinco.
Así lo anunció ayer el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez Quiñones, tras la reunión de la Mesa Intersectorial de la Madera, donde también adelantó que se promoverá el asociacionismo entre los pequeños propietarios y se flexibilizará la explotación del monte. En este sentido, explicó que la Consejería trabaja ya en un proyecto financiado con fondos europeos para permitir la digitalización de todos los procesos previos a la saca de la madera como son las subastas y las cortas. Además, también elabora un nuevo decreto de aprovechamiento, tanto de los montes públicos, como de los privados, con el fin de que sean más productivos.
Quiñones explicó que el minifundismo es uno de los principales problemas del sector forestal en Castilla y León, ya que el reducido tamaño de las parcelas provoca que ninguna empresa esté interesada en su explotación. Por este motivo, recalcó que es necesario promover el asociacionismo e incentivar la concentración. En una Comunidad con 5,1 millones de hectáreas, de las que dos son de utilidad pública, el sector forestal tiene un peso «capital», según destacó Suárez-Quiñones en declaraciones recogidas por Ical, que recordó que además de agrupar a más de 1.800 empresas, factura 2.000 millones de euros anuales y genera 42.000 empleos, entre puestos directos e indirectos, muy vinculados al medio rural.
A su vez, también explicó que el sector ha experimentado un notable crecimiento en las últimas décadas. Pero este incremento, según subrayó el consejeros, se ha realizado de una forma sostenible, dado que a medida que crecía la producción, también lo hacía la superficie forestal. «No estamos esquilmando los bosques de la Comunidad. En los últimos treinta años, gracias a las reforestaciones, hemos incrementado los bosque de Castilla y León en más de medio millón de hectáreas», recalcó.
En el mismo sentido que el consejero, el presidente de la Mesa de la Madera de Castilla y León, Roberto Bravo, destacó que el sector forestal, además de tener un peso específico a la hora de cumplir los compromisos medioambientales, también es fundamental en la lucha contra la despoblación, dado que toda su actividad la desarrolla en el medio rural.