Las lagunas del norte como La Nava, preferidas para invernar

Ical
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Las del sur tienen menos aves por su deterioro. El humedal palentino, sin agua para ser inundando artificialmente por desavenencias entre instituciones

Las lagunas del norte como La Nava, preferidas para invernar - Foto: Brágimo ICAL

Las aves acuáticas prefieren los humedales del norte peninsular ante el deterioro y un peor estado de conservación de los del sur.

Las aves acuáticas prefieren los humedales del norte peninsular, entre ellos La Nava de Fuentes y las lagunas de Villafáfila (Zamora) y La Nava de Fuentes (Palencia), ante el deterioro y un peor estado de conservación de los del sur. Así lo establece el informe de SEO/BirdLife 'Humedales ante un futuro incierto', que analiza la situación de estos animales, publicado con motivo del Día Mundial de los Humedales, este 2 de febrero.

Eso se debe, entre otros, a que Villafáfila, a pesar de sufrir una presión "muy alta", dispone de una situación global "buena", mientras que en La Nava (Palencia), cuya influencia exterior es "alta", tiene un estado "muy pobre", según el informe. De hecho, en el caso palentino, hasta la llegada de las últimas lluvias, se han registrado dificultades por el llenado de la misma. Según los datos de los censos en Europa coordinados por Wetlands International, los núcleos de invernada se están desplazando hacia el norte debido a unas temperaturas más benignas en invierno como consecuencia del cambio climático, que está funcionando como una fuerza impulsora que está dando lugar a un aumento latitudinal de la invernada de muchas de las acuáticas que venían a España a pasar el invierno. Así en la actualidad el núcleo principal se encuentra en los Países Bajos y se ha registrado un aumento del número de ejemplares en países como Alemania, Dinamarca y Suecia.

Las lagunas del norte como La Nava, preferidas para invernarLas lagunas del norte como La Nava, preferidas para invernar - Foto: Brágimo ICALLos humedales son ecosistemas en los que el agua es el principal factor que controla el entorno y la vida vegetal y animal asociada al mismo. Cada 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales, una efeméride orientada a generar conciencia colectiva acerca de su importancia para la biodiversidad, el medio ambiente y el planeta. Este año, sin embargo, la Laguna de la Nava, en otros tiempos, uno de los focos más importantes del país, se encuentra sin agua, aunque esta vez la sequía no tiene nada que ver. Desavenencias entre el Ayuntamiento de la localidad y la Junta han impedido ver la estampa de otros años con miles de aves disfrutando de las aguas del humedal palentino.

El problema radica en las contraprestaciones económicas que el Ayuntamiento demanda a la Comunidad por la cesión de los terrenos, para que esta administración pueda gestionar unas 150 hectáreas como zona húmeda. "Hemos perdido todo el periodo de invernada y la laguna no se ha llenado de agua por culpa de una falta de acuerdo entre instituciones porque aunque comenzará a llenarse ahora es un proceso lento que dura casi dos meses", lamenta a Ical el afamado naturalista palentino Fernando Jubete.

"Estamos en un periodo crítico de cambio climático en el que cada vez vienen menos ánsares ya que deciden quedarse en el norte de Europa y los pocos que venían se han encontrado con la laguna seca con lo que habrán encontrado otro humedal alternativo", denuncia Jubete. "Seguramente el año que viene ya no vuelvan porque los pájaros tienen memoria y reconocen nuevos sitios y podrían regresar a Villafáfila, Doñana o donde hayan ido", asegura.

DAÑOS SOCIOECONÓMICOS. Para el naturalista palentino la preocupación va más allá debido a los posibles daños socioeconómicos para la zona. "Es una imagen lamentable porque un espacio natural, una zona creada como punto de turismo y naturaleza, que ya está dentro de muchos circuitos y que cuenta con gente que regresa todos los años, ahora se encuentra con que está vacío de la noche a la mañana", señala Jubete, que considera que con estos hechos se genera inseguridad. "No será fácil recuperar ese turismo. Muchos de ellos llegan desde lugares como Bilbao, pero también había muchos turistas extranjeros. Afortunadamente en la Laguna de la Güera en Mazariegos si han hecho los deberes y hay agua", afirma.

Pero la importancia de los humedales no radica en un solo humedal como el de la Nava. "Doñana es un emblema, el buque insignia, pero por si sola no puede mantener la comunidad de redes acuáticas porque en periodos como este se ve sometida a ciclos de sequía extrema, como así ha ocurrido durante los últimos diez años", explica Jubete. 

"En las ocasiones en las que Doñana está prácticamente seca, las aves se tienen que distribuir entre otros humedales andaluces, de la cuenca baja del Guadiana, de Castilla y León… Esto es una red y lo importante es tener engrasadas las piezas para que la máquina funcione y que las aves puedan decidir en función de los condicionantes climáticos o la alimentación. Si cada vez vamos quitando más piezas de ese puzle habrá disminución entre la población. Habrá veces que ni siquiera encuentren lugares adecuados y las aves pueden llegar a morir por no encontrar esas zonas adecuadas", explica con resignación el naturalista.

Los datos siguen poniendo en valor la necesidad y la importancia de parajes naturales como este en la provincia de Palencia para el paso de los animales. "Hemos pasado de un sitio donde no había nada porque se desecó totalmente a un conjunto de lagunas (Boada, Pedraza y La Nava) donde se han llegado a dar censos de más de 30.000 aves entre todas ellas, incluso a superar esa cifra", explica Fernando Jubete que sugiere que este es uno de los complejos naturales más importantes del país. 

"Estas lagunas tienen su importancia dentro de un contexto global, desde la España de interior con las zonas húmedas esteparias de Castilla-La Mancha y Castilla y León, que están interconectadas con los humedales costeros del Cantábrico, que están interconectados con el Parque Nacional de Doñana y que a su vez son el final de la ruta migratoria o la forma de paso de muchas aves", concluye el naturista Fernando Jubete, con la esperanza de ver pronto lleno el humedal y que no se vuelvan a repetir episodios como estos en un futuro que dañan seriamente, no solo la imagen de la zona, sino el paso de estos animales por estas tierras.