Como manda la tradición, hasta el 5 de enero no llegarán los Reyes Magos, pero Sus Majestades de Oriente enviaron a sus pajes para atender a los palentinos en el antiguo convento de SanFrancisco, que desde ayer luce transformado en el Palacio de los Reyes Magos. Y la ilusión desbordaba desde que se abrió el recinto. Los primeros niños, pese al frío que está soportando la ciudad en estas fechas, hicieron cola desde antes de las seis de la tarde para visitar a los ayudantes reales y, en algún caso, entregar su carta a Mina, la encargada de guiar a los asistentes durante la ruta, que tiene una duración de unos 20 minutos.Teodor, asistente de Melchor, tiene acento francés y parece un poco despistado, mientras que Tamar, paje de Gaspar, es más tranquilo y espera sentados a los pequeños de la casa. Por último, Baldomar, apoyo de Baltasar, habla como si hubiera nacido en Italia y es muy animado.
Se trata, sin duda, de un lugar «fantástico, lleno de ilusión y fantasía», según explicó el concejal de Cultura, Turismo y Fiestas, Francisco Fernández, antes de que comenzara a desarrollarse la actividad, que se prolongará hasta el 4 de enero de 18 a 21 horas, a excepción de Nochevieja y Año Nuevo. En ambos días, las puertas del céntrico edificio estarán cerradas al público. «El Palacio de los Reyes Magos es una actividad teatralizada de carácter totalmente familiar en la que los visitantes se sumergen en un auténtico palacio decorado y ambientado a tal efecto, convirtiéndose en los auténticos protagonistas de una gran aventura», señaló el edil de Cultura antes de destacar que «los actores que participan poseen estudios de arte dramático y una experiencia acreditada en el mundo de la escena, así como en animación infantil». «Además,pequeños y mayores aprenderán algo de historia, astrología, alquimia y astronomía, pero lo más importante es que lo harán de una forma increíblemente divertida», subrayó.
Pero desde el Consistorio animan también a adentrarse en SanFrancisco en estas fechas para observar algunas de las estancias más llamativas del antiguo convento, como el claustro y la capilla. Los niños se fijarán en Teodor, Tamar y Baldomar y, además de sonreir por la actuación de los actores podrán, al igual que sus acompañantes, admirar un edificio histórico del centro palentino. «Es una oportunidad única para descubrir la tradición de los Reyes Magos y el apasionante mundo que los rodea, al tiempo que se conoce el rico patrimonio que alberga la ciudad», recuerda Fernández.
Por último, destacar que se trata de una actividad que lleva varios años desarrollándose, pero los espectadores se encontrarán con una función nueva, según comentaron desde la productora.