«Si quieres hacer carrera literaria, autoeditarse no sirve»

Pablo Torres
-

El escritor y editor de M.A.R y Ediciones Irreverentes, Miguel Ángel de Rus, se da hoy cita junto a los autores Jesús Salviejo, Eduardo Bastos y Enrique Pérez en el Ateneo, a las 19 horas. Todos ellos debatirán sobre la novela negra en España

Miguel Ángel de Rus en la feria del libro de San Antolín - Foto: Marina de Dios

Miguel Ángel de Rus comenzó en el mundo de la edición con su editorial Ediciones Irrevenrentes, en 1999. En 2014 nació M.A.R Editor, su segunda firma, la cual imita las iniciales de su nombre. Este segundo sello recibe más de 1.200 originales al año y focaliza su edición en la narrativa. 

La faceta literaria de Miguel Ángel de Rus se traspasa a su labor periodística, pues es también director del programa radiofónico literario Sexto continente, de Radio Nacional Española. 

¿Cuál diría que es el rasgo característicos de M.A.R Editor?
Nos hemos especializado en la buena literatura, independientemente del nombre del autor. No vamos a por un bestseller. 

Si bien tenemos a premios nacionales como Juan Pedro Aparicio o Luis Mateo Díez, también editamos a autores que, sin ser famosos, tienen mucha calidad. Entre ellos, dos palentinos, Asier Aparicio y German Díez. 
Hemos intentado crear una colección en la que primara la calidad. Es para los lectores a los que les gusta leer. 

Nuestras líneas de trabajo se traducen en ediciones cuidadas, bonitas, con letra grande y aire en la página. Así, reunimos calidad literaria y comodidad. 

Entre todos los géneros que trabajan en su editorial, me quiero detener en la novela negra. ¿En qué situación se encuentra en España?
Nosotros hemos sido pioneros de un movimiento de apertura de la novela negra. Fuimos los primeros que decidieron bastardear este género. 

Llevamos mucho tiempo mezclándola con realismo sucio, como es el caso de Enrique Pérez Balsa; con humor, en una línea cercana a Eduardo Mendoza; con erotismo; o con una línea cercana a Rafael Guerrero, basada en el trabajo de los detectives. 

Ahora estamos haciendo una novela negra procedimental con Eduardo Bastos, cuya obra, Oculto entre las sombras, enseña todo el trabajo de la policía científica durante la búsqueda de un asesino en serie. 

Mi planteamiento es el de abrir la novela negra a otros géneros. Lo que se hacía antes de seguir el modelo norteamericano de 1960 ha quedado anticuado. Ahora, se está empezando a hablar incluso de la novela negra de barrios, con autores como Paco Gómez o Enrique Pérez. 

Es escritor y editor al mismo tiempo, algo similar a ser padre e hijo
Ser editor es lo peor que se puede ser en la vida. Desde que lo soy, no tengo fines de semana ni vacaciones, y estoy siempre con el portátil. En M.A.R editor recibimos más de 1.200 originales al año.

Antes de tener la editorial, publicaba un libro cada año y medio; ahora, lo hago cada cuatro. No tengo tiempo. 

Lo que noto es que termino influyendo en la forma de escribir de otros autores. Tengo una personalidad literaria muy marcada y, al estar trabajando y corriendo a otros, les voy dando ideas. Algunas de mis propiedades a la hora de escribir se las traspaso. 

Muchas veces se resta importancia a la figura del editor. ¿Cuánto de importante es en el resultado final de un libro?
Siempre pongo el ejemplo de Vicente Blasco Ibañez, quien creó una editorial con la que fue publicando a los escritores de su tiempo. No solamente influyó en la literatura como autor, sino también como editor. 

La misión que tiene un editor es convertir el texto que le llega en una obra literaria que pueda leer alguien. A veces, hay que proponer incluir subtramas narrativas, diálogos, depurar los finales, dar más contexto, etcétera. En gran medida, las editoriales tienen la obligación de intentar que todo sea más redondo. 

Para mí, lo más importante es dar una coherencia dentro de la editorial. Hace tiempo que mi biblioteca la ordeno por editoriales y, dentro de ellas, por autores. Acantilado, Alba, Reino de Cordelia, Páginas de Espuma o M.A.R Editor son un todo. Si lees las obras de cada firma, compruebas que hay nexos de unión.

¿Cuál es su opinión sobre las obras autoeditadas?
Hay una forma de autoedición que considero contraproducente, y es la de aquellos que escriben una novela, la llevan a una editorial que funciona como imprenta y le mandan 200 ejemplares a casa.

Una editorial te va a dar cosas que no te da la autoedición. La primera, un lector que no te conoce personalmente y te va a leer sin ningún tipo de prejuicio; la segunda, que antes de publicar el libro, te va a hacer una fuerte corrección. 

Autoeditarse por el ego de decir que tienes un libro te puede servir, pero si quieres hacer una cierta carrera literaria, no.