Suelos más ricos y viñedos más sostenibles. Es la aportación del azufre a la viticultura según el Centro Tecnológico Agrario y Agroalimentario Itagra, que ha demostrado las ventajas del uso del azufre en viticultura, ya que fija otros nutrientes como el nitrógeno, el fosforo y el hierro, mejorando la salud y la calidad del suelo, pero además atrapa el amonio para que no contamine la atmósfera.
El Itagra colabora desde 2011 con Repsol para darle una aplicación agronómica a uno de sus subproductos, al azufre, ver cómo afecta su aplicación a distintos tipos de suelo y cultivos y las ventajas que puede tener su uso en la agricultura. En este tiempo se han hecho estudios y ensayos en diferentes suelos y cultivos extensivos de trigo, colza y alfalfa y se ha demostrado, entre otras cosas, que el azufre elemental influye atrapando el amonio y por tanto contribuye a que «no haya contaminación atmosférica por amoniaco», como explica a EFE Raquel Herrero, coordinadora de I+D del centro tecnológico palentino.
Los buenos resultados obtenidos con estos cultivos animaron a hacer ensayos con cultivos leñosos como el viñedo. «Nos interesaba la vid porque en Castilla y León los suelos tienen mucho carbonato y sabemos por experiencia que el azufre ayuda a que los micronutrientes estén en forma libre y puedan ser absorbidos por la planta, que no queden bloqueados», explica a EFE la enóloga y técnico de I+D, Susana Luis. También contribuye a que «no se produzcan ferrosis férrica u otras patologías perjudiciales para la viña», añade.
Dos tipos de suelo. Los ensayos se iniciaron en 2023 utilizando dos tipos de suelo, uno más arenoso y otro más arcilloso, con dos texturas distintas, y una variedad de vid albariño.
En este tiempo se ha ido aplicando azufre en distintas dosis y se han contrastado los resultados comparando los suelos donde no había nada con aquellos donde se aplicaba el azufre «para ver si realmente este ayudaba a que los minerales no quedaran bloqueados y pudieran ser asimilados por la planta», explica Luis.
Recogidos los datos de la enmienda de azufre en suelos de viñedo, se ha podido comprobar cómo interviene el azufre en el suelo interactuando con otros nutrientes, como el nitrógeno, el fósforo o el hierro, y cómo contribuye a mejorar la salud del suelo, la biodiversidad y la calidad ambiental.
Además de analizar los efectos, se han definido las pautas agronómicas para una correcta aplicación en los suelos.
Resultados. En términos generales, se ha demostrado que la incorporación de azufre en los programas de fertilización contribuye a una mayor disponibilidad de los nutrientes en el suelo, incrementando la sostenibilidad de los viñedos, explican estas dos investigadoras.
Esta sostenibilidad pasa por evitar pérdidas y bloqueos de nutrientes en el suelo, como se ha demostrado con el empleo agronómicamente calculado del azufre. Esto actualmente, y dada la escalada de precio en los fertilizantes, cobra aún más interés.
De hecho, el azufre es una enmienda correctora del pH de suelos básico, lo que hace que ciertos nutrientes con pH más bajos queden solubles para la planta y no queden bloqueados.
También interviene de forma positiva en la disponibilidad del fósforo en suelos básicos de viñedo, incrementando la disponibilidad de fósforo en el primer año entre un 23 y un 38%.
Riqueza del suelo y el viñedo. «Influye en la riqueza del suelo y, por tanto, en la nutrición el viñedo», sostiene Herrero. Por otro lado, incrementa el primer año la producción de biomasa en un 8% de media respecto al tratamiento sin azufre en el viñedo y bloquea el exceso de calcio que tienen los suelos básicos. Pero además hay beneficios medioambientales, porque se reduce entre un 13% y un 27% la emisión de amoniaco a la atmósfera, un gas que, como explica Raquel Herrero, «produce óxidos de nitrógeno de efecto invernadero muy superiores (200 veces más) al CO2?. Por lo que «es importante la forma en que influye el azufre para que no se libere este amoniaco», insiste.
Hasta ahora, los estudios se han centrado en la nutrición en el suelo y aún no se han hecho estudios de calidad de uva, porque la planta tiene dos años, pero a priori, como señalan las investigadoras, es previsible que la calidad de la uva mejore porque la disponibilidad de nutrientes que tendrá el suelo es mucho mayor.
«El fosforo, que siempre se bloquea, el hierro y el calcio, quedarían disponibles para la planta y el suelo por tanto será más rico en nutrientes», resume Raquel Herrero.