España alberga un sinfín de parajes espectaculares que sus ciudadanos pueden recorrer durante todas las épocas del año, de norte a sur. Sin embargo, las intensas olas de calor que asolan el país los últimos veranos han derivado en cambios de hábitos y de destinos para muchos viajeros, incrementando la ocupación del turismo rural en zonas como Asturias o Navarra, donde se puede disfrutar «a la sombra» de espacios únicos como la Senda del Oso o la Selva de Irati.
España ya ha surfeado este estío cuatro olas de calor, dejando muchas jornadas de máximas por encima de los 40 grados y noches tórridas, pero la canícula aún no da tregua. Y es que, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha pronosticado que las temperaturas de septiembre y octubre serán entre seis y siete veces superiores a lo normal.
No obstante, hay margen aún para aquellos que buscan disfrutar de los pueblos y conocer su cultura huyendo de las altas temperaturas en regiones como Asturias, Cantabria, Galicia, Cataluña, Navarra o Cantabria, que lideran la lista de ocupación en 2024. Además de evitar las horas de más calor, los espacios con sombra se convierten en un reclamo de primer orden, especialmente en espacios naturales únicos rodeados de vegetación, bosques y ríos que proporcionan un mercurio más agradable y un respiro para sus visitantes.
Así sucede en pleno Pirineo, en la Selva de Irati (Navarra), que recibe más de 45.000 turistas al año y comprende diferentes senderos en una zona de Especial Protección de Avifauna, donde se desarrollan actividades para la observación de aves. Un lugar destinado también para los amantes de la bici, que podrán recorrer a través de 16 pistas todo tipo de senderos montañosos (BTT) durante más de 400 kilómetros entre los valles navarros de Aezkoa y Salazar y la parte francesa de Cize y Soule.
Pero el norte está plagado de rutas frescas como la archiconocida Senda del Oso en Somiedo (Asturias), en la que se pueden avistar osos pardos, hay acceso directo al río y además admite mascotas. Esta vía verde recibió el año pasado más de 5.000 visitantes gracias a su singular trazado, que pasa por varios municipios como Quirós, Santo Adriano, Proaza y Teverga en la denominada comarca de los Valles del Oso, famosa por ser el refugio de las últimas poblaciones de este animal. Una senda que no deja indiferente a nadie, no solo por su paisaje, sino también por el Cercado de las Osas Paca y Molina, en el municipio de Proaza, dos hembras de este omnívoro cantábrico rescatadas que viven en un recinto de más de cuatro hectáreas.
Hay rutas que son una obra de arte y no solo en su aspecto ambiental, como la que transcurre por el Bosque de Oma en Kortezubi (Vizcaya), donde en 1982 el pintor vasco, Agustín Ibarrola, plasmó su trabajo en la pineda. Su obra está compuesta por varias figuras geométricas que juegan con la dimensión para componer los murales mientras los senderistas disfrutan del entorno dibujado, para el que previamente hay que reservar.
Territorio volcánico
Un poco más al este, en Girona, concretamente en el Parque Natural de la zona volcánica de la Garrocha, se ubica la ruta de la Fageda d'en Jordà, que está llena de hayas que han crecido sobre la colada de lava del volcán del Croscat. En este recorrido, los perros y sus dueños son bienvenidos, además de caballos o burros con los que cubrir el terreno.
Y si de áreas volcánicas se trata, la ruta de El cubo de la Galga en La Palma (Canarias) es un sendero a la sombra, que a pesar de encontrarse a escasos kilómetros de la boca de un gigante de lava, se asemeja y mucho a una jungla.
Aún queda verano y sigue haciendo calor, pero el turismo rural y la variedad natural de España siempre ofrecen alternativas para un turista que busca la tranquilidad y temperaturas moderadas.