El 10% de las derivaciones desde Pediatría son a Salud Mental

SPC
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Los datos «abren muchos interrogantes» sobre la prevalencia y «las medidas de salud pública que deberían implantarse» y han provocado que Sanidad apruebe un estudio específico entre los menores

Interior de un área de pediatría en un hospital. - Foto: Óscar Solorzano

La demanda y prescripción de sedantes y antidepresivos en las consultas de Atención Primaria de Castilla y León pone de manifiesto la elevada frecuencia de uso de estos medicamentos, sobre todo entre las mujeres, a lo que se une, que parecen haber aumentado «significativamente» en la última década. Además, a estas cifras se une el alarmante dato de que un diez por ciento de las derivaciones desde Pediatría son a algún servicio de salud mental, y no sólo en la adolescencia, sino también en la etapa de la niñez. Estos datos han motivado ya que se apruebe un estudio, que recaerá en la  Red Centinela Sanitaria de Castilla y León, centrado en la población pediátrica y adolescente. Se desarrollará este 2024; servirá para estimar la prevalencia de problemas de salud mental en la población infanto-juvenil que son motivo de consulta en Atención Primaria, y medirá los problemas relacionados con la ansiedad, la depresión y la somatización (procesos internalizantes), que son menos evidentes, con el fin de mejorar los programas de prevención y control.

Los datos surgen, precisamente, de dos estudios de la Red Centinela Sanitaria de Castilla y León, a los que ha tenido Ical, que «abren muchos interrogantes sobre la prevalencia e incidencia de determinados problemas de salud mental que están detrás del consumo de estos psicofármacos y las medidas de salud pública que deberían implantarse», según reconocen desde la propia Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad.
No en vano, la salud mental está en el punto de mira de todos los sistemas autonómicos de salud, y ya en 2022 el propio Ministerio de Sanidad marcó las reglas de juego con la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud para el período 2022-2026. En Castilla y León, de momento, la Junta teje sus mimbres y el objetivo es que este año vea la luz su propia hoja de ruta.

Mientras tanto, se trabaja en el despliegue de la estrategia de prevención de las conductas suicidas, y en la creación de recursos asistenciales, con el punto de mira puesto en menores y jóvenes, para lo que está previsto ampliar las unidades de hospitalización, transformando un recurso preexistente en Burgos y creando nuevos dispositivos de referencia regional para casos complejos en León y en Salamanca. También, a los nuevos hospitales de día en Salamanca, León y Burgos, se quiere añadir un proyecto de hospitalización a domicilio de salud mental en Valladolid para reducir un 40% los ingresos de jóvenes.

El registro de 'Derivación a consulta especializada desde pediatría de atención primaria' muestra que por cada 1.000 niños con tarjeta sanitaria menores de 14 años se producen anualmente casi 200 derivaciones, de las que el 37% son a oftalmología y otorrinolaringología. Pero, lo más llamativo de los resultados de este informe es que el diez por ciento son derivaciones a algún servicio de Salud Mental. En concreto, la red vigiló a 21.889 niños y adolescentes en el último año, que se tradujeron en 4.166 derivaciones. Por cada 1.000 niños con tarjeta sanitaria, se produjeron 190 derivaciones anuales. 

Casi todos los casos se clasificaron como 'no urgentes', sólo con un 17,4% 'preferentes', y en un 17,5%, con algún antecedente de derivación para especialidad de antigüedad de más de seis meses. El estudio explica que en el 9,2% de los casos, los menores acudieron al especialista por más de un proceso, y que las derivaciones más frecuentes fueron, por este orden, Oftalmología (22,9 por ciento), Otorrinolaringología (13,6 por ciento), Salud Mental (9,6 por ciento), por encima de Alergología (9,4 por ciento). 

Demanda de  antidepresivos y sedantes

El registro de 'Demanda y prescripción de sedantes y antidepresivos' arroja la conclusión de que son «muy altas e indicativas del problema de salud pública que suponen algunos trastornos mentales relacionados con la ansiedad o el estado de ánimo, entre otros». De hecho, las tasas de nuevas prescripciones estimadas en 2023 multiplicaron por 2,3 las registradas en 2007, que fueron de 1.615 casos por cada 100.000 individuos. Tanto en 2007 como en 2023, el grupo de mujeres fue mayoritario. Hace diez años, el uso de antidepresivos fue de un 20,4%, para alcanzar el 37% en 2023. En 2007 en el 55% de los pacientes no constaba una prescripción previa de psicofármacos, mientras que este porcentaje fue del 66 hace un año.