Manos Unidas celebró ayer asamblea en la capilla del seminario menor, con un orden del día que incluyó la información económica correspondiente el ejercicio 2023, que recoge unos ingresos que ascendieron a 551.990,20 euros, de los que 230.278, 69, es decir, el 42%, procedieron de legados y herencias. Las aportaciones de los socios, que sumaron 116.161,20 euros, representaron el 21% de los ingresos, y el 22% (120.055 euros) las colectas parroquiales. Instituciones religiosas aportaron 10.664,16 euros, colegios 2.106 y asociaciones 2.700. Asimismo, la ONGD recibió aportaciones anónimas, 3.584,20 euros y 11.051 del Ayuntamiento y la Diputación para la cofinanciación de proyectos.
En este mismo capítulo de ingresos, señalar que 7.163 euros se originaron en marchas y actividades deportivas, 7.475,81 a través del bocata solidario, 14.186,87 por los mercadillos, 300 de rifas, 6.366 de actividades, 3.360 de exposiciones, 15.454 de cenas y 561 de las acciones de sensibilización.
«Los ingresos superaron el medio millón de euros. Es algo excepcional, ojalá fueran así todas las campaña. Siempre hay alguna herencia, pero no como en 2023. Gracias a las personas que dejan su legado y con ese dinero contribuyen a los fines de Manos Unidas», señaló la presidenta de la junta gestora, Blanca Díez, quien explicó respecto a la asamblea de ayer que se trataba de hacer balance de lo que se hizo durante el año 23. «En la delegación de Palencia se trabaja muy bien y en un ambiente muy agradable», afirmó, para agradecer a renglón seguido el impulso de las comarcales para seguir adelante.
Manos Unidas cuenta en la provincia con unos 800 socios, 240 voluntarios (40 en la delegación) y miembros. «Los socios contribuyen con su donativo para poder financiar los proyectos y los voluntarios a la puesta en marcha y desarrollo de actividades, a la sensibilización. « Todos son necesarios, hacen que Manos Unidas funcione», aseveró Blanca Díez, quien hace hincapié en que si hubiera más, «mejor», así como en que se precisan voluntarios más jóvenes, y es que la media ronda los 60-70 años.
Si bien estaba previsto que en esta asamblea se hubiera elegido delegada, se ha pospuesto hasta septiembre. En este sentido, Blanca Díez animó a que alguien dé el paso. «Va a contar con el apoyo de todo el mundo, como lo ha tenido la gestora», expuso, a la vez que recordó que los estatutos establecen que a lo seis años se deja el cargo, no hubo quien lo asumiera y los obispos (Manuel Herrero y Mikel Garciandía) nombraron comisiones gestoras. «Son tres años y esperamos que alguien se decida», afirmó. «Estamos satisfechos del trabajo realizado y del apoyo recibido de obispos, los sacerdotes, las comarcales...», añadió.
operativo. La presidenta de la gestora explicó también que Manos Unidas organización no gubernamental para la ayuda, promoción y desarrollo de los países empobrecidos que forma parte de la Iglesia católica, destina de los ingresos 89 de cada cien a los proyecto que asume. Comentó también respecto al plan operativo, que es una de las 42 delegaciones que lo presentó, con un grado de cumplimiento de los objetivos del 83%. «Tenemos que estar satisfechos de lo que hacemos, pero nos falta un poquito», consideró Díez.
Durante la asamblea se habló del Festival de Clipmetrajes, que resultó «muy bien». Se sumaron a la convocatoria Nuestra Señora de la Providencia, Salle, Angelinas, Maristas, Filipenses, Sagrado Corazón de Venta de Baños y las parroquias de San Miguel y Santillana de Campos.
Recordar que Manos Unidas celebró el 31 de enero asamblea, que fue el marco de la presentación de la campaña LXV y los materiales que se usarán en la misma, los proyectos de desarrollo en los que se colaborará desde Palencia y el informe económico provisional correspondiente al pasado ejercicio.
campaña 2024. Desde Manos Unidas -en esta Campaña 2024- se quiere trasladar a la sociedad cómo la crisis medioambiental está afectando a millones de personas, sobre todo del Sur global, perjudicando sus derechos más básicos como el de la alimentación, al agua potable, a la salud, a una vida digna, a un entorno saludable, generando una gran injusticia climática.
Con esta nueva campaña, la ONGD alza la voz por el cuidado del planeta porque es el camino para luchar por la dignidad de las personas. Bajo el lema El efecto ser humano, se quiere concienciar de que el maltrato al planeta tiene consecuencias mayores al otro lado del mundo, y destacar ese doble poder del ser humano para transformarlo, para bien y para mal. Las personas son «la única especie capaz de cambiar el planeta».