Froilán de Lózar

La madeja

Froilán de Lózar


El ventero

21/07/2023

Cuántas veces pasamos de largo ante la belleza y el esplendor de quienes viven cerca. Los conocemos por referencias de terceros, que siempre están adulteradas e impiden reconocer en ellos tantas virtudes como nos sorprenden al tenerlos delante. Este es el caso de Nico, que dejó el fútbol profesional para hacer de la Venta una parada obligatoria en Urbaneja, entre San Salvador y Areños.
Cómo se llena uno de la savia de esta gente, en aquella casona decorada con mimo, donde luce la piedra y la madera. Mantenemos la conversación en un rincón de la casa, en el piso superior, después de atravesar largos pasillos, llenos de curiosidades y recuerdos.
Ya recuerdo en otro pasaje, cuando mi abuelo Clementino, oriundo de Olleros de Paredes Rubias, me llevaba en el pescante del carro a por vino a la Venta. De allí salían para las comarcas limítrofes cien camiones de vino al año, que me parece tan increíble como riguroso, y que nos lleva al esplendor de esta comarca aquellos días, cuando los pueblos rebosaban de vida.
Fue un protagonista generoso. Conocimos el intríngulis de aquellos vinateros, cómo almacenaban cinco mil cántaros en la época de mostada para ponerlos en venta una vez fermentados. Los vinos procedían de Valladolid, León y Palencia. También vinos que se traían para reforzar de Ávila y Madrid. «Hacíamos una mezcla encabezada con los vinos de Almorox; Vinos de El Tiemblo, San Martín de Valdeiglesias y Cadalso de los Vidrios; pueblos a la altura de la montaña, vinos gaseosos riquísimos que se convierten en aguja al mezclarlos con los vinos de nuestra zona que tenían una acidez fija».
Nico era inteligente. Sacó adelante una familia numerosa. Se casó con Raquel Cuevas, maestra de buen cuño, hija de Albino y Aquilina, que de la Venta de Santa Lucía en Vañes le dieron vida al Resbalón de Cervera; mujer sabia y de trato estupendo, que no para de traernos platos de comida exquisita. Cómo se llena uno de sensaciones placenteras al recordar aquella gente que vivió por y para la montaña palentina.