Tablas entre dos de los grandes de este grupo, con mucho potencial, pero también carencias. El Salamanca, el poderoso de la categoría, no fue capaz de doblegar al Palencia en La Balastera, que incluso se adelantó en el marcador.
Diego Rojas dispuso a su equipo con Alberto defendiendo los palos. En la zaga, Kuko y Astudillo (en el costado izquierdo ante la baja de Víctor Moreno), en los laterales, con Marcelo y Arana en el eje. Rubén Vallejo y Capi formaban el doble pivote. Torres y Álex Gómez jugaban en las bandas, con Gianluca en esta nueva posición de punta junto a Edipo, pero ambos muy móviles. Dibujo parecido por parte salmantina. Equilibrio inicial en efectivos en la medular y en el juego, con dos equipos con tanto potencial, como respeto mutuo. De los charros fueron las primeras llegadas sin encontrar puerta, pero con cierto peligro. En cierto modo, se estaba pareciendo el choque al último disputado en este mismo escenario ante el Real Ávila. Poco a poco iba perdiendo el balón el cuadro morado, pero tampoco era preocupante. El Palencia está basado en el orden y la firmeza defensiva. Arriba, con la calidad que tiene, alguna acaba entrando, aunque los puntas se tengan que fabricar sus ocasiones. La primera oportunidad morada, de hecho, y el primer lanzamiento a palos de ambos equipos llegaba a balón parado a la media hora de juego.
Edipo lanzaba con violencia y efecto diabólico una falta provocada por Gianluca, viéndose obligado Villanueva a mandar el balón a saque de esquina. Tras el mismo, en una jugada de laboratorio de las que tanto gusta y trabaja el cuadro técnico, llegaba el disparo del argentino-cerverano Gianluca, que sorprendía a todos, incluido al espigado guardameta charro.
El plan en el descanso era claro: aguantar los primeros minutos para luego, con el marcador en contra, jugar con la presumuble ansiedad salmantina.Pero empate llegó pronto y el partido pasó a ser dominado claramente por los charros, pero sin que Alberto tuviese que realizar paradas de especial mérito. El partido seguía siendo visitante, pero en el minuto 72 Edipo provocó la segunda amarilla del central salmantino Suly y todo cambió. Los morados respiraron, los blanquinegros frenaron y se replegaron para mantener el empate. Llegaba en el tiempo de descuento la segunda expulsión visitante de unSalamanca con un enorme potencial, pero al que se le nota la presión del rico que no sabe imponerse al proletariado. No había ni tiempo ni fuerzas para encontrar el tanto del triunfo morado.