A la disc jockey Mara Bravo le quedará grabado en la memoria el próximo festival de música electrónica OAK, que se celebrará del 5 al 6 de julio en el municipio toledano de Quintanar de la Orden. Su nombre aparece por primera vez en un evento de estas características, explica la palentina, que decidió el verano de 2023 dar el paso y dedicar su vida a esta profesión tras adentrarse poco a poco durante los meses anteriores por los bares de Barcelona, ciudad donde reside en la actualidad.«Comparto cartel con artistas muy reconocidos.Estoy muy contenta», detalla satisfecha la joven de 26 años, que espera que a la cita manchega le sigan muchas más.
En su currículum vitae figuran ya actuaciones en diversos eventos y lugares, como en el estreno de la FashionFreak Show de Jean PaulGaultier en el Teatro Coliseum de Barcelona, en Teatro Victoria (también en la ciudad condal), en pop-ups de las marcas Jeffrey Campbell, Miin Cosmetics, Nathalie Chandler y Brooks Running, por poner algunos ejemplos, y en sesiones nocturnas en salas de fiesta barcelonesas.«En este último año me han pasado cosas muy buenas, pero también he trabajado un montón y quiero que sea el principio de una larga carrera», detalla antes de admitir que todavía le queda «muchísimo por aprender» para cumplir otro de sus grandes objetivos: producir su propia música.
Pero todo esto no es flor de un día. Detrás de estas sesiones en la mesa de mezclas se esconde un vínculo con la música que comenzó en su lugar de origen. Cuando tenía ocho años comenzó a estudiar en el Conservatorio de Palencia y con 18 completó el grado profesional especializado en guitarra, aunque con el paso del tiempo se acabó desligando del instrumento al que tantas horas de esfuerzo dedicó en su adolescencia.
A continuación, marchó a Madrid para estudiar Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid, donde puso en marcha, por afición, algunos proyectos musicales.
El interés por la música electrónica surgió durante su estancia enPuerto Escondido (México), ya que fue donde comenzó a empaparse de unos ritmos de los que no se ha separado. Además, en este período, que arrancó en diciembre de 2021 y finalizó en junio de 2022, también comenzó a dedicarse profesionalmente al modelaje, la segunda de sus fuentes de ingresos que, en alguna ocasión, ha podido mezclar con la música. Después de su paso por América llegó a la capital catalana. Inicialmente trabajó en un establecimiento hostelero como gestora de redes sociales que también contrataba exposiciones y a los dj. Pero tras esta etapa decidió ser ella la que ponía la música. «Fue una decisión importante. O busco algo de community manager o intento cumplir mi sueño», asegura. Y se decantó por la segunda.