La primera encuesta tras la DANA, firmada el 16 de noviembre por Gad 3 supone, ¿que otra cosa podía esperarse?, una verdadera conmoción el mapa político y una sima descomunal entre el sentir de las gentes de a pie y la opinión teledirigida y pregonada por las bandadas de papagayos mediáticos por pantallas ondas y redes.
El trastazo es descomunal y generalizado fruto de un cabreo brutal contra el sistema, los gobiernos regional y nacional y todo cuanto les toque, al sentirse estafados y abandonados en la angustia y la máxima necesidad. Se salva y recoge los frutos quien aparece más fuera de ello, o sea Vox, pues la ultraizquierda ahora aparecer como la parte mas aprovechada y amorrada a los privilegios de la casta que dijeron venir a denunciar.
El paisaje político después de la terrorífica riada es el calco de las imágenes que llevamos y conservaremos mucho tiempo en nuestras retinas y nuestras memorias.
Todo ello resulta previsible y una consecuencia lógica de lo sucedido. Pero es esa lógica la que produce el efecto más inesperado y con el que desde luego quienes ahora están en el Gobierno de España no contaban. Sánchez y sus aliados de extrema izquierda creían haber ya encauzado las iras populares contra el PP y conseguido sacar partido y rédito electoral de la catástrofe.
Tras semanas de desaforado despliegue mediático y activista y parecían haberlo logrado y cargar culpas y muertos en exclusiva sobre las espaldas de Mazón. Y resulta que no, que es también el Presidente y todo su sanedrín quienes se ven señalados y castigados en su deriva electoral, su máxima preocupación y el objeto de toda su ansiedad y actuación, de forma todavía mayor.
Los "populares" sufren el desgaste, pierden las cotas y los apoyos que habían logrado ir sumando desde las anteriores elecciones, pero hasta matienen ganancias de algunos escaños y esos votos y bastantes otros de ámbitos alejados ideologicamente se trasvasan hacia su derecha pues salen huyendo de una izquierda desarbolada. Sanchez, en la encuesta es el retrato ante la urna de su huida en Paiporta y de su infame frase "Si necesitan mas recursos, que los pidan" que no parece que vaya a olvidarse asi como así y por mucho ministro y tertuliano que grite desaforado que no, que no la dijo y que, como mal menor exculpatorio, no lo quería decir.
Reconozco que esto no me lo esperaba, que la capacidad de tergiversar y hacer olvidar sus desmanes a base de agitación y propaganda ya habían dado sus frutos. Eso creían también en Moncloa y ya presumían y secretaban jubilosos a sus entusiastas voceros que le habían dado la vuelta y que lo de Valencia iba a ser su mejor baza para mantenerse y remontar pues dejaba descalabrado al PP y a Feijoo. Y sí, la pedrada la han recibido pero resulta que la suya, y la que les ha caído a sus aliados, es todavía mayor. Yolanda Diaz ya no llega ni a zombi, porque muerta sí está muerta pero que ande, pues no.