Expectantes y con más dudas que certezas. La primera reunión organizada por la Diputación y la Junta de Castilla y León con alcaldes de la provincia para mostrar las líneas maestras de lo que será el nuevo modelo de ordenación del territorio tuvo como punto de partida Villamuriel de Cerrato.
Los que allí se dieron cita se presentaron con la intención, en primer lugar, de abrir bien los ojos, abrir bien los oídos y tomar nota.
Salvo contadas excepciones, la impresión general es que el conocimiento que tienen los responsables municipales del nuevo modelo es más bien escaso. Lo leído en los medios era, hasta ayer, su mayor aproximación a lo que se está gestando en la Junta.
Por ello, no es de extrañar que a priori, los municipios más pequeños sean los que más escepticismo han mostrado a una reordenación territorial de la que temen salir perjudicados, con la pérdida de servicios.
Por ello, una de las máximas de la Junta y de la Diputación en esta ronda de contactos que les llevará por todas las comarcas de la provincia durante las próximas semanas es insistir por activa y por pasiva en que se mantienen todos los municipios y aparecen unas nuevas unidades básicas de ordenación, como los Distritos de Interés Comunitario que, constituidos por la agrupación voluntaria de municipios, prestarían servicios. Ello, con dos criterios: la búsqueda de eficiencia económica y administrativa. A esta primera sesión estaban convocados los alcaldes de Ampudia, Autilla, Becerril de Campos, Dueñas, Fuentes de Valdepero, Grijota, Husillos, Magaz, Manquillos, Monzón, Pedraza, Perales, Santa Cecilia del Alcor, Torremormojón, Venta de Baños, Villalobón, Villamartín, Villamuriel y Villaumbrales.