Entre junio y diciembre del pasado año, añadiendo enero del presente, los trabajadores palentinos ganaron poder adquisitivo dentro del Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva (AENC) entre sindicatos y patronal empresarial. En ese período de bonanza, las subidas medias salariales fueron por encima del coste de la vida (Índice de Precios al Consumo-IPC) en la provincia. Antes hubo dos años con una inflación disparada en los que los bolsillos de los palentinos y la capacidad de compra mermaron, lo que impidió contrarrestar las subidas salariales que fueron pactadas. Por todo ello, este incremento medio de los sueldos aún no compensa la subida acumulada del IPC en el global de los últimos 15 meses.
El ejercicio de 2023 fue favorable a la recuperación salarial para buena parte de empleados de la provincia y habría que retrotraerse al 2008 para encontrar un año en el que el aumento de las retribuciones de la provincia fueran tan elevadas. No obstante, el primer trimestre de este año ha deparado una contención en el aumento de las nóminas que la parte social consigue sacar a la parte privada que representa la patronal. En enero las nóminas pactadas por convenio colectivo aumentaron un 2,7%, mismo porcentaje que en febrero, mientras que en marzo subieron de media hasta el 2,53%.
En cuanto al IPC, este repuntó al 3,2% en enero con el arranque del año y la actualización de muchos precios y tarifas, en febrero bajó al 2,7% y en marzo aumentó tres décimas hasta el 3%. De este modo, los cerca de 14.000 trabajadores que han visto actualizado su marco laboral en el primer trimestre han perdido poder adquisitivo. Concretamente, medio punto porcentual, una cifra que amenaza con marcar una tendencia que poco a poco puede llegar a consolidarse.
Antes, desde mediados de 2021, en plena crisis de suministros para producir en las empresas de distintos sectores- una vez que finalizaron las medidas más restrictivas impuestas tras el estallido de la pandemia- no se localizaba un período de la negociación colectiva en el que los alzas salariales registrados fueran superiores al incremento del IPC.
Los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, cerraron durante 2023 la mayor parte de convenios sectoriales pendientes en la provincia y solo quedan dos por firmar -Pastelería, Repostería y Bollería (142 trabajadores) y Tintorerías, Limpieza de Ropa y Lavanderías (150)- lo que deja un 2024 en el que la negociación se centrará en los acuerdos que se cierren en los convenios de empresas.
VALORACIONES. Desde UGT, su secretario provincial, Gorka López, siguió reivindicando que existe un margen suficiente para subir los salarios y mejorar también la cobertura de las cláusulas de revisión. «Ahora mismo tan solo están cubriendo a un tercio de las personas trabajadoras en esta provincia, y es un buen instrumento que debe extenderse más, ya que es clave para hacer frente a esas variaciones imprevistas de precios que hemos vivido en los últimos años», explicó.
En su opinión, el V acuerdo para el empleo y negociación colectiva sí que está generando los efectos deseados y se está desarrollando de alguna manera también en la provincia. «Desde su aprobación el pasado 10 de mayo, las personas en activo vienen recuperando el poder adquisitivo poco a poco. Sin embargo, entendemos que estas ganancias deben ser también una realidad en todos y cada uno de los sectores productivos, especialmente en aquellos que han registrado beneficios históricos en esta espiral inflacionista de la que hablamos. También creemos que hay margen y que es imprescindible en este 2024 continuar con esa senda de incremento del salario mínimo interprofesional al demostrase efectiva para reducir la desigualdad, mejorar las condiciones de vida de la población más precarizada e impulsar un modelo productivo más eficiente», indicó.
Juan Carlos González, responsable de negociación colectiva de CCOO de Palencia, abogó por la mejora del poder addquisitivo cumpliendo la trasposición y adaptación del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). «Este documento pactado por CCOO, UGT y CEOE permite un incrementos salarial añadido al que se pacte a nivel nacional, teniendo en cuenta las circunstancias específicas de cada ámbito sectorial y provincial, algo que ayuda a ir recuperando el poder adquisitivo de tiempo atrás», señaló.
En este sentido, el dirigente sindical precisó que ese acuerdo permite a los negociadores en los respectivos ámbitos, desde la autonomía de las partes, que «se pueda contemplar un incremento salarial en Castilla y León en el período de vigencia del presente acuerdo -es decir 2023, 2024 y 2025- para, gradualmente y en los próximos años, ir equiparando los salarios medios de nuestra comunidad con los del Estado».
Por su parte, José Ignacio Carrasco, presidente de CEOE Empresas de Palencia, consideró que los salarios «tienen que subir en función de la productividad, porque cuando el IPC fue negativo el incremento salarial pactado se mantuvo para los trabajadores y la función de que no pierdan poder adquisitivo es del Gobierno, como así ha hecho reduciendo el IVA u otros impuestos».
«Los sindicatos quieren que los empleados no pierdan capacidad de compra, pero las empresas también adquieren materiales o combustibles. Eso significa tener que subir precios y una inflación alta y es una pescadilla que se muerde la cola. Ojalá el IPC fuera bajo porque Europa nos controla y si se dispara obliga al Gobierno a hacer reformas y eso conlleva subir impuestos», concluyó.