La Marcha Aspanis alcanza hoy su 45 edición. Bajo el lema Que la marcha te acompañe (con motivo de su coincidencia con el Día de Star Wars), la cita anual de Aspanis (Fundación Personas) moviliza a la sociedad palentina para visibilizar el compromiso de la entidad con las personas con discapacidad.

Antonio Mota es gerente de Aspanis desde 1996, y delegado provincial de Fundación Personas desde su formación hace más de 15 años. 

El objetivo propuesto para la marcha de hoy es superar el millar de participantes. ¿Las previsiones son positivas?
El jueves teníamos 790 inscritos. La experiencia nos dice que vamos por buen camino ya que, normalmente, dejamos todo para última hora. Por ello, contamos con poder superar las 1.000 personas. 

La recaudación el año pasado superó los 15.000 euros, los cuales se destinaron a la reparación del techo de una de las residencias de la fundación. ¿Para qué se va a emplear este año?
Tenemos unas instalaciones que datan de 1980. El uso diario de todos los que pasamos por allí hace que necesitemos un mantenimiento, así que este año destinaremos una parte de la recaudación para infraestructuras y equipamientos.

La marcha coincide con el Día de Star Wars. ¿Cree que esto incentiva a los jóvenes a participar?
Al igual que junto a Star Wars han pasado hasta cuatro generaciones, en la Marcha Aspanis ocurre algo similar. Son 45 años en los que han participado abuelos, padres e hijos.

La marcha ha ido avanzando con la vida de los propios palentinos y, ahora, queremos también decirle a toda esa hornada de jóvenes: aquí estamos, sabéis quienes somos, para lo que trabajamos y queremos que participéis con nosotros. 

Es decir, se busca encontrar un denominador común generacional
La marcha no tiene ni años ni límite de edad. No es una competición, es un día festivo, de solidaridad y, sobre todo, de visibilidad. 

En esa visibilidad caben desde los cero hasta los 90 años. Al igual que queremos dar a conocer los servicios que tenemos, que comprenden todo el ciclo vital, también queremos hacer partícipe a la población palentina. 

Cada año cuentan con un padrino, que en la presente edición es la familia Margareto. ¿Sienten el respaldo de la sociedad palentina?
Por supuesto. No solo se trata de que nos apadrinen, sino de que ello conlleve un reconocimiento.

¿Por qué la familia Margareto? Más allá del negocio que puedan tener, es una familia preocupada por la cultura y la ciudad. Por eso se lo agradecemos. Gracias a ellos, los palentinos podemos disfrutar de un montón de actuaciones, películas y eventos. 

En el ámbito de la cultura, las personas con discapacidad cada vez tienen una mayor presencia. Un ejemplo muy próximo es la compañía Includanza de la Fundación San Cebrián, que ya ha actuado en algunos festivales y ciclos. ¿Perciben una evolución en este sentido? 
Desde Fundación Personas siempre pensamos en las necesidades de cada uno. Sobre esa línea trabajamos y, una parte muy importante, es la cultura. 

En la línea de la integración, procuramos desarrollar muchas actividades en lo que denominamos el corazón de Palencia. Si podemos contribuir a que cualquier acto pueda salir adelante, lo hacemos, y si no, participamos. 

Tenemos un club de lectura. Es una forma de acercar la cultura a las personas con discapacidad, pues la lectura fácil contribuye a su integración. También tenemos un grupo musical, Palo de Lluvia, con el que hemos acudido a eventos para demostrar lo que podemos hacer.

Este julio se cumplirán 60 años desde la fundación de Aspanis. ¿Qué balance hace de todo este tiempo?
Los primeros años fueron una lucha por parte de los padres que no veían al sistema educativo de aquel entonces capaz de atender a sus hijos acorde a sus necesidades. En 1970, se profesionalizó la entidad. 

En 1980 se produjo un asentamiento de los programas y las sedes. Entrados los 2000, se puso el foco en completar el acompañamiento a lo largo del ciclo vital de cada persona. 

En Fundación Personas atendemos desde los cero años. Tenemos un grupo dedicado a atención temprana con un concierto con la Junta. Un niño que nace con algún tipo de discapacidad o con el riesgo de padecerla recibe un dictamen de atención a los 15 días. Si es en la capital, se le atiende en el centro base; si es en zona rural, actúa el equipo de atención temprana de la fundación.

Cuando pasa la etapa del nacimiento comenzamos con la de escolarización, bien a través de la integración o bien con educación especial. Al finalizarla, empezamos una formación profesional básica. Procuramos que aquellos que no hayan podido tener una desviación curricular en la etapa de la ESO puedan titular esta a través de una formación profesional reglada, y así poderlos reenganchar de nuevo al ámbito educativo. 

A partir de los 16/18 años tenemos el tema de itinerarios laborales o la línea de centros ocupacionales. Después, les acompañamos, o bien a través de viviendas tuteladas o con servicios de fomento al empleo o  residenciales. 

¿Cuál es el mayor reto de la entidad en la actualidad?
Estamos inmersos en el fomento del empleo y en asentar y mejorar los servicios que hemos instaurado después de 60 años. Pero, sobre todo, queremos dar una atención centrada en las necesidades específicas de cada persona.

La inclusión sociolaboral es otra de sus líneas de trabajo
Hablamos de cerca de 2.000 profesionales en la región. Entre ellos, 900 son trabajadores con alguna discapacidad y, más de 350, con una intelectual. En Palencia tenemos unas 30 personas trabajando en alguna de nuestras secciones, a las que se suman otras 18 del Centro Especial de Empleo de Guardo.